Adiós al Ferrari F8 Tributo. La firma de Maranello ha decidido dejar de comercializar este deportivo, junto a su variante descapotable, tras solo tres años en el mercado. Con él, se pone fin a la estirpe de modelos con motor V8 central dentro de la compañía, la cual se centrará ahora en otro tipo de deportivos.

La idea principal es reducir el volumen de producción de Ferrari, que ya cuenta con demasiados modelos para sus capacidades. Además, con esta decisión también llegará una reestructuración, ya que el objetivo es que el Ferrari 296 GTB ocupe el espacio del F8 Tributo.

Esto es un cambio significativo, ya que hablamos de superdeportivos muy distintos. El 296 GTB tiene la peculiaridad de su mecánica, que es híbrida. Concretamente, utiliza un motor V6 biturbo de 663 CV que se une a otro eléctrico con 166 CV. Así, cuenta con 830 CV -el F8 Tributo tiene 720 CV- y 740 Nm de par máximo -el F8 cuenta con 770 Nm-.

Sin duda, esto supondrá un antes y un después en la historia reciente del fabricante del ‘Cavallino Rampante’, pero no será la única novedad. No debemos olvidar que pronto llegará el Ferrari Purosangue, el primer SUV de la marca, que luchará con los todocaminos deportivos premium más prestacionales. Cómo están cambiando las cosas, ¿verdad?

Con la llegada de este nuevo modelo, era necesario deshacerse de alguno de los actuales y la idea de centrarse en el híbrido de la marca ha hecho que sean los F8 Tributo y Spider los que tengan que decir adiós. De esta forma, ya no se admitirán más pedidos de estos modelos y se están ensamblando las últimas unidades.

A partir de ahora, si no se realizan más variaciones próximamente, la gama de la marca italiana se compondrá de 10 coches: Purosangue, Portofino, Roma, 296 GTB, SF90 Stradale, SF90 Spider, 812 Superfast, 812 GTS, 812 Competizione y SP3 Daytona