El nuevo Lexus RZ 2022 se presentó hace unos días con una enorme sorpresa en su interior: un novedoso volante con una forma que recuerda a los de Fórmula 1, denominado Steering Yoke. Aunque calma todo el mundo, porque será opcional en este nuevo coche eléctrico del segmento SUV.

Sin embargo, yendo aún más allá, Lexus habla de la tecnología One Motion Grip, junto al sistema de dirección steer-by-wire. Unas palabras que para los que somos unos enfermos de la mecánica, causan cierto pavor o rechazo. Pero Toyota y Lexus rara vez defraudan, así que habría que confiar.

¿Qué es el steer-by-wire?

Vamos a empezar por el principio, mucho antes del Lexus RZ. Todo esto viene de Nissan y el Infiniti Q50 Y Q60. Los japoneses creadores del GT-R tenían una fijación extrema en los sistemas de dirección. Ellos inventaron oficialmente la dirección a las cuatro ruedas y la denominada posteriormente Direct Adaptive Steering para los coches de Infiniti.

Básicamente, el volante no está conectado físicamente a las ruedas mediante una columna de dirección y la correspondiente cremallera. El aro envía la información de giro a una centralita adicional que también está conectada a la ECU, y que se encarga de accionar la dirección de los ejes.

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Con esto se consigue una reducción de peso por la ausencia de ciertos componentes, disminución de costes y una dirección extraordinariamente cómoda, ya que no reacciona a las imperfecciones del asfalto. Además, se puede ajustar el rango de giro de manera electrónica, por lo que se lleva aún más allá la personalización de conducción del usuario.

En líneas generales, podría ser más segura... Pero se pierden sensaciones

Normalmente, estas direcciones llegan a contar con varias centralitas y diversos sistemas de seguridad que aseguren que no vas a perder la conexión con las ruedas pase lo que pase. Lexus asegura, además, que su sistema One Motion Grip ofrecerá una respuesta instantánea y un control más preciso de la dirección. Y no suelen hablar en balde.

También confirman que han trabajado para que el volante transmita las mismas sensaciones en el Lexus RZ que uno convencional, alejándose de ese tacto vacío de los volantes de videojuegos sin force feedback...

Aquí reside el mayor problema: ¿De verdad habrá sensaciones de resistencia en curvas o de cierto tacto del asfalto? Quizá, sacrificar todo esto en aras de la comodidad vaya en contra de la propia seguridad de quién conduce mientras recaba información con todos sus sentidos.

O a lo mejor es el futuro de los coches familiares y el confort. En cualquier caso, ver de vuelta en el mercado una tecnología así será curioso... ¡Habrá que probarla!