¿Es este el primer deportivo de la historia? Al menos, el primero que se fabricó en España...

Hispano Suiza T45 Alfonso XIII
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Con 56 CV y un nombre real. ¡Un aparato de cuidado hace más de un siglo!

Definir cuál fue el primer coche deportivo del mundo es complicado: a comienzos del Siglo XX, con viajar sobre algo que no te matara era suficiente. 

No obstante, su experiencia en las carreras y su concepción meramente lúdica, podría convertir al Hispano Suiza Alfonso XIII se podría considerar como el primer deportivo de la historia. La marca había participado en diferentes competiciones del motor de la época y había conseguido resultados interesantes, como la victoria en carreras de la Coupé de l’Auto en Francia, en 1911. 

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El interés por las carreras de coches iba creciendo entre la alta sociedad europea de la época y el Rey Alfonso XIII, gran amante de los coches, se interesó por ellas rápidamente: el monarca estaba comprometido con la empresa desde que esta le entregara un Hispano Suiza de 20 CV en 1907. 

Tanto los fundadores como el agente de ventas de la marca, Francisco Abadal, eran conscientes de la importancia en términos de imagen y marketing que podía tener el Rey de España sobre la nobleza y aristocracia española de la época.  

La relación entre el Rey Alfonso XIII e Hispano Suiza fue casi fraternal: el rey tuvo muchos de los modelos de Hispano Suiza y se convirtió en su principal embajador. Sin duda, era su coche de lujo favorito e incluso se convirtió en accionista de la empresa, llegando a controlar el 8% de la misma. 

Un coche cercano a las carreras, pero con el refinamiento de la marca

El monarca era un gran apasionado de los coches y pronto empezó incluso a asesorar a la marca sobre los gustos de la clase alta. Pero esta relación se convirtió en algo mucho más cercano cuando, en 1911, el Rey habló con Birkigt y le comentó la necesidad de crear un vehículo de altas prestaciones, basado en los coches de competición con el lujo propio de un Hispano Suiza. 

Un gran turismo en toda regla para ser eficaz en términos de prestaciones y de placer al volante. Un coche de lujo que se condujese como un coche y no como un camión. Poco después se lanzó el Hispano Suiza T45 Alfonso XII. Sí, la marca española decidió nombrar a su coche más deportivo con el nombre del monarca. 

Hablamos de un deportivo compacto (4.100 mm de largo) y ligero, con apenas 660 kg de peso. Su pequeño motor de cuatro cilindros y 3.418 cc generaba en un principio 40 CV, una potencia importante para la fecha

Más tarde se modificó la cilindrada hasta los 3.619 cc y la potencia subió hasta los 60 CV. Tenía una caja de cambios manual de tres velocidades que enviaba el par a las ruedas traseras. Curiosamente, era un coche sin frenos en el eje delantero, por lo que su conducción era una cuestión exclusiva para valientes, especialmente teniendo en cuenta que alcanzaba una velocidad máxima de 120 km/h. 

Se podía comprar con diferentes batallas, de 2,4 o 2,6 metros, aunque en su fase final de producción se realizaron algunas más largas para poder convertir al biplaza original en un cuatro plazas.

Su precio era realmente caro: 11.500 pesetas (69 euros), lo que estaba exclusivamente dedicado a la alta nobleza: el salario medio de un obrero estaba en torno a las 800 pesetas al mes, unos cinco euros.

Probablemente, gracias al patrocinio directo del monarca, el Hispano Suiza T45 Alfonso XIII fue un éxito rotundo, llegando a fabricarse unos 500 ejemplares hasta el año 1920.  

En definitiva, un modelo exclusivo como pocos. ¿Fue el primer deportivo de la historia? Eran años peculiares y probablemente hubiera existido alguien con ideas similares en ese momento, por lo que no es 100% seguro. Eso sí, de lo que no hay duda es de que, al menos, fue el primer deportivo español...

... que se contrapone al brutal Hispano Suiza Carmen, el nuevo hiperdeportivo eléctrico creado por los restos originales de la marca. Y es que en 2019 dos Hispano Suiza diferentes (y enfrentadas) desvelaron sus coches en el Salón de Ginebra.