La historia de STI corresponde a la de una de las siglas más populares para los amantes de los coches deportivos. STI es Subaru Tecnica Internacional, el departamento de Subaru nacido en abril 1988 encargado de dar a ciertos vehículos de la marca japonesa un carácter deportivo y que siempre hemos asociado a los modelos más pintones de calle y a los más brutos en carrera.

Y es que estamos hablando de el grupo de trabajo especialista en preparar Subaru que este mes cumple 30 años ¡FELICIDADES! Y no queremos pasar de largo la ocasión sin plantearnos cuáles son los cinco STI más interesantes que han puesto en el mercado.

Legacy RS type RA

Tras años participando en rallies, en 1988 Subaru puso a Ryoichiro Kuze al frente del departamento que tendría como objetivo desarrollar coches nuevos que pudieran rendir casi como los de competición o llegar a disputarlas como coches de carreras. A finales 1989 hicieron su puesta de largo con el Legacy RS type RA que debutaría en el Mundial de Rallies.

El Subaru Legacy era una berlina no muy agraciada estéticamente pero a la que le vieron potencial para meterla a correr rallyes. Para ello le pusieron unos pistones forjados, bielas forjadas, cigüeñal, admisión, colectores y escape, todo ello, nuevo y un ventilador adicional en el radiador. El chasis mejoró su comportamiento instalando una nueva suspensión y se modificó la dirección para hacerla más rápida y precisa. 

Se pusieron a la venta solo 100 unidades que solo se distinguirían del original por una pegatina en cada una de las puertas delanteras con un "Handcrafted tuning by STI". A partir de ahí se centraron en el mundo de los rallies. En 1990 debutaría en competición y no sería hasta la prueba del WRC disputada en Nueva Zelanda en 1993 y con el añorado Colin McRae al volante donde lograron la primera victoria con el Legacy.

Subaru Impreza WRX STI

Tras cuatro años usando el Legacy como embajador internacional decidieron elegir otro modelo, en este caso sería también un turismo de cuatro puertas con tintes familiares pero adaptable a las especificaciones exigencias de la normativa del Mundial de Rallies.

El Subaru Impreza sedán de cuatro puertas de 1992 conocido por los frikis como el "GC" cumplía con todo eso. Y desde su presentación la empresa aún perteneciente a Fuji Heavy Industries (es que el nombre ya solo merece la pena) anunció que habría una versión muy muy especial, la WRX, que por si alguna vez te lo habías preguntado, WRX significa World Rally eXperimental. 

Este coche nuevo contaba con un motor bóxer turboalimentado de dos litros y una potencia de 240 CV. Pero lo mejor estaba por llegar. En 1994 llegaría el primer Subaru Impreza WRX STI de la historia. Un vehículo que pasaba por las manos de STI y que, nuevamente, como el Legary RS type RA recibía mejoras como los pistones forjados, un intercooler nuevo, llantas de aleación específicas, un enorme alerón posterior y unos logotipos en color rosa que serían seña de cualquier edición especial en adelante.

La primera versión del Subaru Impreza GC WRX STI tenía 247 CV, la segunda de 1995 subía a 271 CV y en 1996 ofrecía hasta 276 CV siendo incluso, en teoría, más potente que la versión del WRC.

Subaru Impreza 22B STI

Y si una versión de más de dos puertas siempre resulta menos atractiva que una de dos, Subaru ya andaba preparando la versión coupé del Impreza. Un bonito deportivo que era carne de cañón de STI. Si bien la versión WRX abrió el camino, en 1998 STI ofrecía al mundo la pieza más admirada, deseada y codiciada por cualquier subarista de bien. Aunque siempre te quedará optar por comprarte el Subaru Impreza WRC de McRae

El Subaru Impreza 22B STI llegaba en 1998 de la mano de la implicación de Subaru en el WRC. La competición solo debía ser el reflejo que un coche de los de la marca de la constelación de Pléyades debe ofrecer a su dueño. 

Este modelo fue la forma de celebrar los 40 años de Subaru y el tercer campeonato del mundo de rallies de marcas con una edición de tan solo 424 unidades fabricadas.

El nombre 22B hace referencia al motor boxer de 2.2 litros usado en este precioso coche que podía producir 276 CV a 7.900 rpm. El carácter deportivo, las sensaciones al volante y unas prestaciones que permitían hacer el 0 a 100 en menos de 4 segundos (se dice que alguna unidad ha llegado a marcar 3,6) y marcar una velocidad máxima de 250 km/h (limitada electrónicamente) ponían en cotas de deportivos actuales a un vehículo hace 20 años.

Forester STI II Type M

Y cierto es que ya desde 1995 se ofrecía un Subaru Impreza WRX STI wagon pero no solo este modelo sería el único en que STI se fijaría. 

Uno de los mejores todocamino de la automoción, el Subaru Forester recibió en 2001 los mimos de STI. Se acopló el bloque del Impreza trabajado por STI de 250 CV, una centralita nuevo y lo introdujo en el Forester, mejoró el tacto de la conducción, le añadió una suspensión nueva, los frenos de cuatro pistones Brembo, el sistema de escape basado en el de Impreza, las llantas doradas de 17 pulgadas marca de la casa y un alerón sobre el portón.

El resultado fue el Subaru Forester STI II Type M de 2001, un modelo que abrió la puerta de los SUV extremos que hoy en día son habituales pero, entonces, algo inaudito. Un coche muy exclusivo ya que fue destinado al mercado japonés del que solo se fabricaron 800 unidades.

Subaru WRX STI S206 NBR Challenge Package

A finales de 2010 se presentó al mundo el WRX STI sedán, un vehículo de cuatro puertas cuya novedad, era ¡que tenía culo! En 2008, que se presentó la versión compacta del Impreza, y hasta ese 2010 el modelo había sido duramente criticado por su aspecto.

Por eso la nueva generación, además de perder el nombre y quedarse como Subaru WRX STI luciría un bonito y prominente maletero donde volvía a anclarse un no menos enorme alerón. Pero STI, además de en el Impreza WRX STI de calle se volcaba en las 24 horas de Nurbürgring, posiblemente la prueba más dura de resistencia, incluso más que las celebradas en Le Mans.

En el año de su debut, STI logró posicionar en el puesto 21 global a su coche, algo que sonara modesto pero suponía ser el primero de su categoría, es decir, el nuevo WRX STI de 2011 ganó la clase SP3T.

Para celebrar esta victoria, STI limitó 100 unidades de su ya de por sí edición especial S206 de 300 piezas, al WRX STI S206 NBR Challenge más extremo que el propio S206, que añadía el techo y el alerón realizados en fibra de carbono, llantas BBS de 19 pulgadas y ventilación adicional en los pasos de rueda delantero.

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