¿Quieres comprar coche en 2024? Aclaramos tus dudas

Comprar coche en concesionario

Gustavo López Sirvent

La encrucijada que supone qué coche comprar nos lleva a destripar las opciones que tienes, que no son pocas. Desde qué sistema de propulsión escoger, pasando por cómo pagar o si comprar, alquilar, suscribirte o compartir, pueden surgir muchas dudas en el camino. Sigue leyendo que trataremos de resolvértelas...

La disyuntiva que solemos tener cuando vamos a comprar un coche es proporcional a la cantidad de modelos que hay en el mercado. Muchas son las dudas que aparecen: desde el presupuesto con el que contamos (fundamental), pasando por qué sistema de propulsión elegir (importante), qué seguro contratar (relevante igualmente) o si comprarlo, alquilarlo en renting o por suscripción.

Referente al primer punto, cada uno sabe cómo tiene su economía y ahí no podemos entrar. En cuanto al segundo aspecto, estamos en 2024 y cada vez hay más dificultades con los coches de gasolina y diésel por las Zonas de Bajas Emisiones que se están implantando en las ciudades españolas (aparte que en 2027 entra la nueva norma Euro 7).

El tercero puede ir acompañado del cuarto, es decir, hay marcas que ya ofrecen el seguro comprando un vehículo nuevo y también si lo consigues por renting puede venirte con ese trámite incluido, al igual que por suscripción.

Dicho lo cual, ¿qué debemos tener en cuenta para comprar un coche en el año en curso? Si nos ceñimos a los estudios que se han realizado, en España preferimos tener nuestro propio vehículo más allá de depender del del transporte público, el taxi o las VTC. Aun así, en los últimos tiempos va ganando terreno opciones como el carsharing o la suscripción, pero están a leguas de los primeros.

Método de pago

La compra tradicional, la de ir al concesionario y hacer todo el proceso allí, es la que más se lleva en nuestro país (un 93%), con lo que la venta online tiene un porcentaje residual (de momento). Ahora bien, ¿pagamos al contado o financiado?

Como el pago a tocateja no conlleva intereses, es lógico pensar que la factura final será más económica pero te equivocarás si piensas así. Las marcas vinculan sus descuentos a la financiación, de manera que si no financias, no hay rebaja en el precio, ya que habrá una nueva tasación por parte del vendedor. 

Además, esta opción conlleva una serie de regalos en forma de operaciones de mantenimiento gratuitas o extensión de la garantía sin sobrecoste. Pero, ojo porque cada fabricante decide sus propios criterios de financiación que varían, sobre todo, en función de si la enseña por la que te decantas tiene su propia financiera o trabaja con entidades bancarias externas. 

Un factor que no debes pasar por alto es que el precio que aparece en el anuncio del coche que escojas no incluye los intereses que tendrás que abonar durante meses por lo que para saber si la financiación es interesante debes calcular cuántos habrás pagado al abonar la última cuota.

Si finalmente optas por financiar, el comercial del concesionario calculará las cuotas mensuales a abonar en función de la cantidad que pagues de entrada y el tiempo que quieras extender el contrato (suele ser un mínimo de tres años).

¿Y si opto por el renting?

Esta opción es la segunda más requerida por los españoles. En este caso es la empresa de renting la que compra el coche y cede el uso y disfrute al titular del contrato que a cambio de utilizarlo como si fuera suyo paga una cuota mensual. 

La titularidad siempre corresponde al 'arrendador' y, como tal, es quien asume el pago de los impuestos. Como norma general, la cuota a abonar incluye el seguro, mantenimiento, asistencia en carretera, ITV, etc. La cantidad a pagar depende del modelo y de la duración del contrato.

También existe la variante del renting flexible, es decir, ofrece las mismas ventajas que el clásico, pero en un tiempo mucho más reducido que pueden ser meses, semanas e, incluso, días.

¿Qué tal la opción 'Netflix'?

El pago por suscripción estilo a lo que tú haces con la plataforma de series y películas también es otra opción a barajar. Se parece a la del renting porque no pagas una entrada, el coche no es tuyo y entre la empresa dueña del coche y el tomador del contrato se establece un vínculo temporal que conlleva el pago de una cuota mensual.

Pero también hay diferencias como la duración del contrato que es menor en la modalidad de suscripción. Además, la gran ventaja es que el titular del contrato puede rescindir el acuerdo en el momento en que lo desee sin tener que asumir ninguna penalización.

¿Me explicas lo del 'carsharing'?

Se trata de coches compartidos, que son ideales para traslados puntuales. El usuario reserva el vehículo (habitualmente coches eléctricos) a través de una aplicación móvil y lo encuentra aparcado en un punto cercano a su ubicación. El vehículo se desbloquea con el teléfono y la tarifa empieza a contar en el momento en que se pone en marcha.

Además, quien opte por esta alternativa podrá reservar la utilización del vehículo desde unos minutos, hasta unas horas e, incluso días. Cuanto más tiempo dure la reserva, más económico le saldrá.