Ferrari 410 Sport Spider by Scaglietti: "El mejor Ferrari jamás fabricado" ahora puede ser tuyo

Ferrari 410 Sport Spider by Scaglietti

Si puedes pagar una asombrosa cantidad de dinero, claro...

En la próxima subasta de RM Sotheby’s de Monterey, que se celebrará en agosto, estará presente un coche de lo más especial. Se trata de un Ferrari 410 Sport Spider by Scaglietti de 1955, todo un bólido de competición de los años 50 que llegó a tener a pilotos de la talla de Juan Manuel Fangio y Carroll Shelby al volante.

La unidad que saldrá a la venta es el chasis 0598 CM, una de las dos fabricadas con el motor V12 de 4,9 litros y 24 bujías. Se trata de un coche pensado originalmente para competir en la Carrera Panamericana de 1955, pero que no pudo participar en ella, ya que se canceló tras el accidente de Le Mans de aquel año, que acabó con 83 espectadores fallecidos.

Ferrari 410 Sport Spider by Scaglietti

RM Sotheby's

Eso sí, el coche se utilizó en otras pruebas, ya que era una gran máquina. Para crearlo, Ferrari diseñó un nuevo chasis tubular y optaron en la mecánica por el motor V12 del Superamerica, el más grande que tenían y que modificado para ofrecer casi 400 CV. Todo ello quedaba así envuelto por una inconfundible carrocería de Sergio Scaglietti

En conjunto, el Ferrari 410 Sport Spider by Scaglietti era un bólido que prometía grandes resultados y por ello, se optó por competir con él en el World Sportscar Championship de 1956. La prueba de debut fue la de los 1000 km de Buenos Aires, donde corrieron por primera vez los chasis 0596 CM y 0598 CM.

Ritmo prometedor, pero fiabilidad insuficiente

Peter Collins y Luigi Musso estaban al volante del primero, mientras que Juan Manuel Fangio y Eugenio Castelloti pilotaban el segundo y el protagonista de la subasta. Ese coche ya tenía una diferencia respecto del otro entonces, además, ya que Fangio pidió que se moviera el acelerador de sitio, colocándose entre el freno y el embrague.

Ya en la carrera, la primera unidad sufrió algunos problemas mecánicos, pero la segunda permitió a Fangio perseguir durante varias vueltas a Stirling Moss, que estaba liderando. Sin embargo, finalmente se averió el diferencial en la vuelta 89. Por ello, ambos coches fueron enviados a la fábrica para ser reparados, reajustados y posteriormente vendidos a clientes de la marca.

John Edgar fue quien compró el chasis 0598 CM del Ferrari 410 Sport Spider. Para él pilotaba nada más y nada menos que Carroll Shelby y, con este coche de competición, todo apuntaba a que ambos podían lograr grandes cosas.

Y así fue. En agosto de 1956, el deportivo llegó a San Francisco y fue trasladado a Seafair, en el estado de Washington. Allí, salió victorioso en la carrera inaugural con Shelby al volante y aquel resultado estuvo seguido de muchos otros triunfos. Esto llamó incluso la atención del propio Enzo Ferrari, quien felicitó a Edgar por telegrama por los logros cosechados con su coche.

Sin embargo, una de las pruebas más importantes era la prueba final del campeonato de coches deportivos del país, celebrada en Palm Springs. Con las ansias de ganar, Edgar envió a la prueba seis coches y uno de ellos fue este Ferrari 410 Sport Spider, que sería pilotado por Shelby. Él fue quien obtuvo la pole el sábado, pero la carrera no iba a ser fácil.

Durante varias vueltas, el piloto estadounidense estuvo luchando por mantener el liderato. Especialmente fue así con Phil Hill, que pilotaba un Ferrari 857 Sport. La diferencia entre ambos era mínima y todo se decidió en la última vuelta, en la que Shelby salió victorioso con una ventaja de medio segundo.

Calma después de la competición

Tras esta prueba, el coche estuvo compitiendo en lugares como Florida, Cuba y las Bahamas. Fue así durante el resto de la década de 1950 y obtuvo grandes resultados, pero aparecieron nuevos modelos y coches como el Maserati 450S también ofrecían un buen rendimiento. Así, el coche siguió siendo propiedad de John Edgar hasta 1960, cuando fue vendido a Luigi Chinetti.

De esta manera, el que fue una vez definido como “El mejor Ferrari jamás fabricado”, solo apareció en contadas ocasiones en los circuitos. Un ejemplo fue el de las 3 horas de Daytona de 1963, carrera para la que se tuvo que colocar un techo provisional en el coche para poder participar. Así lo dictaba la normativa, que había evolucionado desde 1955.

Ferrari 410 Sport Spider by Scaglietti de 1955

RM Sotheby's

Más allá de este evento, el chasis 0598 CM del Ferrari 410 Sport Spider by Scaglietti estuvo principalmente almacenado durante dos décadas cuando fue propiedad de Chinetti. En 1980 fue vendido a Howard Cohen, quien ordenó que fuese restaurado. Así, el resultado se desveló en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach de 1981.

Tres años más tarde, en 1984, fue vendido a Don Walker y participó en el GP de Históricos de Monterey. Sin embargo, cambió de nuevo de manos en 1987 y otra vez más en 1988, cuando lo compró el coleccionista suizo Engelbert Stieger. Bajo su propiedad, el bólido estuvo presente en varios eventos de clásicos, así como fue protagonista de algunas publicaciones.

No fue hasta 2005 cuando el coleccionista Chris Cox se hizo con él y llegó a participar en el Festival de Goodwood de 2005. Además, un año más tarde lo llevó al Fabulous Fifties Concorurs de California, donde Carroll Shelby pudo verlo otra vez y llegó a firmar su depósito de combustible.

"El señor Ferrari me dijo que este era el mejor Ferrari que jamás había construido"
"El señor Ferrari me dijo que este era el mejor Ferrari que jamás había construido"

RM Sotheby's

Tras esto, el coche fue expuesto en el museo Shelby American Collection de Colorado, así como en Pebble Beach unos años después. Sin embargo, necesitaba otra restauración y así se hizo en 2012. Se llegó incluso a reconstruir el motor V12 y todo el proceso finalizó en 2016, dejando el Ferrari 410 Sport Spider by Scaglietti tal y como se puede ver en las imágenes.

Ahora, este icónico coche de competición busca un nuevo dueño y será en la subasta que se celebrará entre el 18 y el 20 de agosto donde lo reciba. No se sabe qué precio alcanzará, eso sí, pero podemos imaginar cifras imposibles de comprender para nosotros, simples mortales…

Es de esperar, ya que trata de uno de los Ferrari más raros y especiales de la marca, así como uno de los más exitosos en competición, con 11 victorias en casi 40 carreras. Es una oportunidad única, así que ¿quién se anima a comprarlo?