Hubo una vez un Alpine A108 que no era Alpine que viajó desde Brasil a Francia

"No Alpine" A108

Gustavo López Sirvent

El modelo, datado en 1964, no tenía ningún emblema de la marca francesa y fue restaurado completamente entre 2017 y 2019. Se hizo en Francia después de que fuera construido en la planta de Willis-Overland do Brasil.

En los años 50 y 60, la industria automotriz estaba a buscar alternativas a la fabricación de automóviles, ya que, bien por falta de espacio, bien por escasez de materiales, no podía hacerse cargo de según qué modelos, por lo que los acuerdos de licencia y fabricación de vehículos en diferentes países se convirtieron en algo usual.

Un caso curioso y poco conocido fue el de la empresa francesa Alpine. La empresa fundada por Jean Rédélé se marchó al otro lado del Atlántico, en concreto a Brasil, para producir el que sería el Alpine A108. Ocurrió entre 1962 y 1966, cuando la firma gala llegó a un acuerdo con Willys-Overland do Brasil para la fabricación del citado modelo, que había sido presentado en el Salón de París en 1957.

La planta de São Bernardo do Campo, cerca de Sao Paulo, construyó un total de 822 unidades del Alpine A 108, que en el país sudamericano se llamó Interlagos, en honor al mítico circuito. Así, se remarcaba un poco más la personalidad deportiva de ese coche.

Llama la atención que en los ejemplares brasileiros no aparecía por ningún lado de su carrocería el emblema o la marca Alpine. En la parte delantera puede leerse el nombre de Interlagos, mientras que en la retaguardia y en el centro del volante sólo se destaca la marca y el emblema de Willys-Overland.

El "no Alpine" del que te vamos a concretar datos fue adquirido en 2002 por un coleccionista francés. Como el tiempo iba haciendo mella en su carrocería, este modelo brasileño se expuso a una restauración total en Bélgica. Entre 2017 y 2019 se recompuso por completo todo el exterior, con una pintura nueva. 

También hubo retoques en la faceta mecánica donde se renovaron frenos, llantas, embrague, depósito de combustible nuevo, camisas y pistones del motor, así como la bomba de combustible y la de agua. 

Asimismo, el propulsor de 1.093 cc es el que montaba del mítico Dauphine pero le incluyeron mejoras. Se le instalaron pistones abovedados, carburador doble y un árbol de levas específico. Con todo ello era capaz de desarrollar una potencia de 70 CV. Además, otra característica de este vehículo era su pco peso, ya que tan sólo pesaba 535 kilos sin conductor.

Dejó huella en los ralis en los que participó. Se trataba de un coche ligero y divertido de conducir. Este ejemplar participó en el Tour de France Automobile y su estado actual es extraordinario. Se puso en venta en una subasta de Aguttes el pasado 25 de junio, pero no tuvo éxito y se quedó sin propietario. Su precio de puja se marcó entre los 45.000 y los 55.000 euros.