Mientras en España, el precio de la gasolina y el diésel va subido a una montaña rusa y cada compañía petrolífera pone los precios a su antojo dentro de unos márgenes, en países como Italia quieren evitar esa especulación de costes y facilitar la comparación para que el consumidor pueda elegir de una manera oficial y reglada. 

Por eso, desde la semana pasada, las gasolineras deben mostrar el precio al que se venden los combustibles y el precio medio indicado por el Estado.

En algunas autopistas italianas, el precio de la gasolina ya han superado los 2,5 euros el litro. Por esta razón, el precio medio será calculado por el Ministerio de Industria, con referencia a las medias aritméticas a nivel regional para gasolineras en las redes ordinarias y a nivel nacional para autopistas. 

Lo que se persigue con esta acción es garantizar la máxima transparencia posible y favorecer la libre elección de los consumidores, como explicó el presidente de las empresas de la Unión de Energía para la Mobilidad (Unem), Gianni Murano, que ha asegurado que "lo importante es precisamente es que el consumidor sepa que pueda hacer una elección informada".

Adolfo Urso, ministro de Industria del Gobierno de Italia dijo que "con esta operación de transparencia adicional se podrá contener el precio de las gasolinas y el gasóleo”. 

La Autoridad Antimonopolio italiana, por su parte, expresó sus dudas ante la medida explicando que no hay necesidad de introducir un mecanismo de cálculo y difusión de valores de referencia promedio, ya que los beneficios para los consumidores son inciertos.

Incremento del precio en España

Los carburantes en nuestro país han vuelto a repuntar al alza tras un mes de mayo en el que hubo una considerable bajada. En el quinto mes del año, la gasolina llegó a estar a 1,58 euros/litro y el diésel, volviendo a su habitual estatus de ser de estos dos el combustible más barato, a 1,409 euros/litro. 

Pero a día de ayer la subida es exponencial, ya que se han fijado unos precios medios de 1,691 euros/litro la gasolina y 1,575 euros/litro el gasóleo.

El mes pasado hubo un repunte, ya que la gasolina se situó a 1,597 euros/litros y el diésel a 1,441 euros/litro. Pero ahí no llegó el precio más alto en julio porque fue el día 31, cuando se alcanzó los 1,671 euros/litro y 1,52 euros/litro, respectivamente. 

Como cuando el carburante coge carrerilla no suele parar, en lo que llevamos de mes de agosto las cantidades han continuado subiendo. La gasolina, pese a empezar en 1,679 euros/litro, ya está en 1,691 euros/litros  y el diésel, que comenzó a 1,53 euros/litros, está a un 1,575.