Luke Barker, director de Integral Powertrain, ahora llamada Helix, que ha diseñado el revolucionario motor eléctrico SPX177, ha concedido una entrevista al canal de Youtube de su propia compañía. En esta intervención explica el proceso desde que comenzó este departamento hasta la creación del nuevo propulsor. 

¿Cómo ha evolucionado Helix?  

Integral Powertrain fue fundado por mí y otras tres personas más en 1998. Sobre 2005 notamos que había una actividad creciente en los elementos del tren motriz eléctrico realmente en torno a los motores híbridos principalmente. En ese momento pudimos ver muchas oportunidades allí, así que decidimos centrarnos cada vez más en ese área.

¿Qué ventajas aportan sus productos al mercado?

En términos de nuestra densidad de potencia, si te gusta la capacidad de cumplir con un determinado requisito de rendimiento en un paquete más pequeño y eficiente, sabemos que estamos en la cima de ese tipo de mercado.

¿Cuál es el secreto de la superioridad de su producto?

Nuestra herencia en el automovilismo y nuestra participación en los primeros hipercoches nos colocó en ese lugar y desarrollamos una serie de tecnologías que nos han respaldado. El automovilismo ha sustentado nuestra tecnología de muchas maneras. 

Conocer el requisito no sólo de densidad de potencia sino también de poder operar a índices continuos muy altos en entornos hostiles. Ese es el desafío en los deportes de motor y en el que estamos embarcados.

¿Cuál es su estrategia para hacer este proyecto más accesible?

El desafío de los últimos años ha sido crear algo donde podamos destacar por volumen y ahí es donde nos dirigimos. Nuestros clientes están haciendo productos asombrosos. Siempre están buscando superar los límites y estar a la altura de sus competidores para tener una máquina más poderosa que quepa en el mínimo espacio posible porque eso es una ventaja para el fabricante del vehículo 

Es el paso fundamental para que le ayude a competir y, sobre todo, a vencer a su competencia, que sabemos que está trabajando en el mismo camino.

¿Se ha alejado de la ingeniería innovadora, fuera de la ingeniería envolvente por la que era conocido en el pasado?

Tenemos tres niveles de productos. Vamos desde un artículo en stock que es sólo un motor o inversor que ya está validado hasta lo que llamamos un producto configurado. Este se basa en un producto que ya hemos hecho y validado pero puede requerir, por ejemplo, una longitud de pila diferente o puede requerir una configuración de bobinado diferente o algunos materiales diferentes. 

El tercer nivel es donde tal vez se necesita un proceso diferente. Lo llamamos personalizado porque utiliza toda la tecnología central. Los procesos para hacer las cosas son tan importantes como el diseño en sí. En muchos casos también hay un pequeño número de clientes que quieren traspasar los límites más allá de la zona de confort.

¿Es lo que llaman la división X?

Eso es. Son procesos que tienen que estar separados de otro tipo de proyectos, pero es una parte muy importante de nuestra empresa porque es la que nos va a permitir permanecer en la cima.

¿Qué ADN tecnológico e infraestructura sustentan esta nueva oferta de extremo a extremo?

Es cierto que la gran mayoría de los clientes no quieren un proyecto científico, quieren un motor o un inversor en el que puedan confiar, por lo que la tecnología de núcleo escalable es realmente como nuestro ADN. 

Es acogerte a las cosas que hacen que el rendimiento sea fabricable a unos altos niveles de calidad. Pero una parte clave de eso es tener la capacidad para hacer esos productos. Nuestra planta de fabricación flexible o `FMF', como la llamamos, está ubicada en Milton Keynes. Hemos hecho una gran inversión y es a lo que nos hemos enfocado en los últimos años.