Generalmente, Rusia nunca deja indiferente: hemos visto a un oso disfrutando de un paseo en sidecar, un autobús circulando en llamas o un fidget spinner hecho con tres coches soldados. Sí, los rusos están un poco locos, pero hay que amarlos por algunas de las locuras que son capaces de realizar. El MAZ 541 es una excepción (o no) a esta ida de olla y probablemente sea una de las cosas más sensatas (o no) que jamás se hayan fabricado en este gigantesco país helado.

¿De qué estamos hablando? Pues de un vehículo para arrastrar aviones. Sí, hasta ahí quizás no sea nada raro, pero lo más interesante es que el MAZ 541 es el vehículo para arrastrar aviones más bonito del mundo. Corrían los años 50 cuando el mayor tamaño de los aviones hizo que el Aeropuerto de Sheremetyevo de Moscú se plantease la compra de vehículos más grandes con un mayor poder de arrastre. El resultado fue el MAZ 541, protagonista de este artículo.

MAZ 541: ¡la bestia más bella!

Su particularidad es su imagen. Este aeropuerto era la puerta de entrada al país de la inmensa mayoría de extranjeros que visitaban la Unión Soviética en su momento, por lo que se decidió darle una imagen particular, diferente, sofisticada: algo más que una simple herramienta industrial para mover aviones. El contrato fue adjudicado a la compañía Minsky Avtomobilny Zavod (MAZ) especialista en vehículos industriales de todo tipo, desde camiones para mover material en las minas hasta gigantescos camiones capaces de arrastrar misiles intercontinentales (imagen inferior).

El pedido incluía una materia diferente en un coche industrial: tenía que ser bonito a la vista. Es por eso que su diseño fue similar al de una ‘berlina’ o al de un ‘pick-up’, tenía una parrilla cromada, cuatro faros en el frontal e incluso, algunos ejemplares, un parabrisas partido que me recuerda a alguna que otra locomotora de tren. Sin duda, espectacular a nivel estético, pero también a nivel técnico: ¡una cara bonita que cumplió durante 20 años con su cometido! 

Sí, mover aviones. Para ello utilizaba un gigantesco motor diésel V12 atmosférico derivado de un tanque T-34 de la Segunda Guerra Mundial, con un desplazamiento de 38.880 litros y una potencia máxima de 500 CV. La potencia se enviaba a las cuatro ruedas mediante una transmisión de cinco velocidades, tres hacia delante y dos hacia detrás. El eje delantero se tomaba de un camión YAZ-214 de seis ejes, mientras que el eje delantero, que debía contar con ruedas más grandes, se tomó de un MAZ-525. 

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Su carrocería es gigantesca: mide 7,8 metros de largo, 3,4 metros de ancho y 2,8 metros de alto, mientras que su peso final era de 30 toneladas. Gracias a su descomunal par motor y a una relación de marchas muy corta, era capaz de arrastrar hasta 85 toneladas: podría mover sin ningún problema las 66 toneladas de un Airbus A-320 o el peso de los mejores jets privados del mundo. Para facilitar la tarea, había dos puestos de conducción, uno para conducir hacia adelante y otro para hacerlo marcha atrás, para poder ser más preciso a la hora de enganchar el avión. ¿Su consumo? 130 litros cada 100 km.

El primer ejemplar salió de la planta de producción de MAZ de Minsk en 1956 y no está claro cuántos ejemplares se llegaron a fabricar: algunos documentos que recogen nuestros compañeros de Jalopnik hablan de hasta 13 ejemplares. Si viajaste a Moscú entre 1956 y 1975 probablemente verías alguna de estas bestias. El MAZ 541 también se utilizó para promocionar al avión Tupolev TU-144, el ‘Concorde’ ruso que puedes ver bajo estas líneas.

Lamentablemente, como vehículo industrial que cumplió su cometido, el MAZ 541 terminó en el baúl de los recuerdos y no se tiene constancia que ninguno de los ejemplares fabricados haya sobrevivido. Sin duda, esta bestia rusa se podría considerar uno de los vehículos industriales más bellos de todos los tiempos, ¿no te parece? Aquí nuestro pequeño homenaje.

Fuente: Jalopnik