Cosas de la tecnología, de la suerte, de que lleva un ángel colgado del espejo retrovisor, 0 de la casualidad. Pero un ciudadano belga ha eludido la que podía ser la multa del año en Europa después de circular a 388 km/h con su Bugatti Chiron por una autopista francesa. Y, por increíble que parezca, ha quedado exento de la pertinente sanción.

El Estado galo tiene establecida una sanción de 1.500 euros y la retirada de seis puntos del permiso de conducir por superar en más de 50 km/h la velocidad máxima permitida. Pero al buen señor que lo cazaron rozando los 400 km/h cuando sólo se podía circular a 120 km/h va a quedar impune y eso que triplicaba la máxima velocidad permitida.

La situación es de ponerse las manos en la cabeza porque no se entiende el motivo, pero lo hay. A pesar de que la investigación continúa su curso para tratar de demostrar que los datos que marcó el cinemómetro son reales, es más que probable que eso quede en agua de borrajas. 

El radar cazó el Bugatti a 388 km/h aunque los miembros de la investigación creen que podría haber superado los 410 km/h. Los radares del tipo que ha registrado esta infracción están preparados para calcular velocidades máximas de entre 250 y 300 km/h pero no superiores. De esta manera es imposible determinar si la velocidad plasmada en la sanción es real.

Esa es la gran arma que están utilizando los abogados defensores del conductor. Su defensa se basa en que si el cinemómetro no está preparado para captar velocidades superiores a 300 km/h podría haber errado en su medición. De esta manera, no se podría comprobar cuál era la velocidad exacta a la que circulaba el conductor belga cuando rebasó el dispositivo.

Se ha publicado en diferentes medios locales que la fiscalía ya habría solicitado que se certifique en qué rangos resultan fiables las mediciones del radar para determinar si esa sanción cumple los requisitos legales o si, por el contrario, el conductor debería quedar libre a pesar de que, presuntamente, circulaba triplicando la velocidad máxima permitida.

Velocidades máximas permitidas en Europa

El caso de Francia nos hace mirar a los países cercanos al nuestro para ver cuáles son las velocidades máximas permitidas en autovías o autopistas. En el caso de Italia, es de los más permisivos, ya que su máxima velocidad se fija en 150 km/h y en Portugal es de 120 km/h, al igual que en el país galo, como ya hemos mencionado anteriormente.

En Alemania es donde encontramos mayor permisividad en la velocidad, puesto que se recomienda 130 km/h, aunque la mayoría de las autopistas (Autobahn) no tienen límite de velocidad.