Repsol fija el rango de precios que pondrá al e-fuel a partir de 2030

estación de servicio Repsol

Gustavo López Sirvent

La marca pretende que este combustible sintético valga entre 2 y 3 euros el litro

Preparar el futuro mientras haces posible el presente es lo que está llevando a cabo Repsol, que va allanando el terreno de sus carburantes, a pesar de que en 2035 se pondrá fin, en principio a los motores de combustión interna. Pero la compañía petrolífera española busca en otros combustibles como el e-fuel el nutriente esencial para los coches que llegarán.

La firma que preside Antonio Brufau tiene como grandes aliados a los fabricantes europeos más importantes como Ferrari, Porsche, Lamborghini, Audi o Mazda. Ellos han sido los principales defensores del e-fuel y los que están involucrados en el desarrollo de este carburante alternativo que podría salvar al motor térmico.

Pero existe un grave inconveniente con este tipo de carburante, que se consigue a partir de hidrógeno verde y dióxido de carbono recapturado. Esta combinación ofrece una escasa eficiencia energética. SegúnTransport & Environment, los coches eléctricos aprovechan el 77% de la energía renovable, frente al 16% de los modelos térmicos que se sustentan de gasolina sintética.

La interpretación de estos datos es que genera un gasto más alto, que se agrava por el hecho de que actualmente apenas se ha escalado su producción. 

Pese a lo que acabamos de comentar, en Repsol ya están trabajando en la producción de los e-fuel y, por ende, también en el precio que se estima pueda tener. Así lo comunicó Alfonso De las Heras, asesor de Hidrógeno y Sintéticos en Repsol Technology Lab. "A partir de 2030-2050, los gastos [de los e-fuels] estarán en dos o tres euros el litro". 

Hay estudios de diferentes fuentes, como CONCAWE (Enviromental Science for European Refining) o Instituto Fraunhofer, que sitúan el coste de los e-fuels en el rango de 1,7 a 3 euros el litro, con lo que de las Heras va bien encaminado en sus pronósticos.

La base de operaciones para producir este combustible sintético parece que ya tiene destino: el puerto de Bilbao. Así lo anunció la compañía española, que se ha asociado con Aramco para construir una planta de combustibles sintéticos en la capital vizcaína. 

La idea que han establecido ambas sociedades es que esta instalación arranque su funcionamiento a finales de 2025. Pretenden que sea uno de los más grandes de su tipo a nivel mundial. Va a haber una brutal inversión de 103 millones de euros, en la que, además, se va a construir un electrolizador de 10 MW en el que también participarán Enagás y el Ente Vasco de Energía.

Las previsiones de producción de este nuevo complejo están en torno a las 2.100 toneladas anuales, o lo que es lo mismo, 18.000 barriles. La intención es que esa cantidad crezca a medida que la planta también lo hace. Se tratará de una de las primeras factorías en utilizar hidrógeno verde y dióxido de carbono como únicas materias primas.