Seat Arona o Seat Ibiza. Una cuestión que seguro que en algún momento te has preguntado si estás buscando un coche nuevo pequeño para moverte por la ciudad y sus alrededores, o si simplemente quieres un coche práctico y fácil de usar en prácticamente cualquier lugar y circunstancia. El Seat Ibiza es un mito en España y en su quinta generación da un claro paso hacia adelante en cuanto a calidad, eficacia y eficiencia: un hermano pequeño del Volkswagen Polo con muchas cualidades bajo el brazo, empezando por su potente imagen.

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El Seat Arona es el primer SUV-B de la marca, también conocidos como SUV compactos. Se asienta sobre la misma plataforma MQB A0 del Ibiza pero con una carrocería sobrellevada y guiños estéticos únicos como un pilar C más trabajado o la posibilidad de elegir una pintura de contraste en el techo. Es una respuesta a una demanda del mercado: los SUV siguen arrasando con todo pese a no ser mejores en nada y Seat, con una base tan buena como la del Ibiza, no podía permitirse estar fuera. Ahora bien ¿cuál es mejor? ¿Cuál te conviene más?

Vídeo: así se mueve el Seat Arona

Yo te voy a hablar de cosas como comportamiento dinámico, motores, eficiencia de consumos, etc. Pero lo que aquí de verdad ‘parte la pana’ es la imagen, la estética. Elegir entre uno u otro será una decisión tomada eminentemente con los ojos y con el corazón, sin más. Pero hay datos objetivos que deberán formar parte de tu decisión final de compra. En el exterior, el Arona, gracias a su mayor distancia con el suelo, ofrecerá ventajas para aquellos que vayan a utilizar el coche fuera del asfalto de manera ocasional. También hará que el puesto de conducción esté ligeramente sobrellevado y se pueda tener una mayor sensación de control tras el volante.

Estas son dos ventajas claras del Seat Arona. ¿En contra? El Seat Ibiza tiene el centro de gravedad más cerca del asfalto y es ligeramente más ligero. Por lo tanto, es un coche más eficaz sobre el asfalto, más ágil, más divertido de conducir y, también, más eficiente, aunque aquí las diferencias son mínimas: con el mismo motor, por ejemplo el diésel de 95 CV, el Arona consume 0,2 litros de media más en todas las mediciones, una diferencia que no puede marcar ninguna decisión.

Aunque estéticamente, el Seat Arona dé la sensación de ser un coche más grande, las diferencias aquí también son mínimas: es 8 centímetros más largo, mientras que la anchura es exactamente la misma, así como la batalla. Recuerda que ambos se asientan sobre la misma base, por lo que en cuanto a tamaño las cosas están muy igualadas, también en cuanto a habitabilidad o maletero: gracias a su mayor altura, el maletero del Seat Arona es 45 litros más amplio, una distancia que aumenta cuando abatimos el respaldo de los asientos traseros.

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Creo que están bastante claros los dos conceptos que tenemos aquí. La decisión final de compra, con datos tan parecidos, será cuestión de gustos, no tanto de necesidades. Todavía no hemos hablado de precios, donde el Seat Ibiza arrasa. Tomemos como referencia el motor diésel de 95 CV, asociado al acabado intermedio Style. El equipamiento es prácticamente calcado, con un interior que es el mismo, no lo olvides. El Seat Ibiza 1.6 TDI 95 Style cuesta 16.030 euros. El Seat Arona, con el mismo motor y el mismo equipamiento se va hasta los 17.680 euros. 1.650 euros extra. 

¿Qué conclusiones se pueden tomar? ¿Cuál es más recomendable, Seat Arona o Seat Ibiza? Está claro que la imagen será clave, como decía: los SUV tiran mucho, pero más allá de la imagen y de un posible uso off-road muy esporádico y con una capacidad limitada, las ventajas del Arona se esfuman. El Seat Ibiza es mejor en comportamiento dinámico sobre asfalto, es más ligero, consume menos y es notablemente más barato. El Seat Arona tiene una imagen más potente a costa de pasar por caja. Creo que está bastante claro: si tomas la decisión con la cabeza, seguro que terminas con un Ibiza en el garaje. Si es el corazón el que elige, posiblemente el Arona será el elegido.