Así ayuda la IA ayuda a Google Maps a mantener los límites de velocidad al día

Tres trucos imprescindibles para que Google Maps funcione mejor

Google Maps es uno de los servicios de mapas y navegación más utilizados en todo el mundo, pero sus datos deben estar actualizados. Para ello, se hace uso de imágenes de diversas fuentes, pero también de la Inteligencia Artificial

La proliferación de la Inteligencia Artificial (IA) en los últimos años es evidente y se trata de una tecnología con todo tipo de aplicaciones. No solo está presente en sistemas como ChatGPT, sino que puede ser de ayuda en diversos campos. Un ejemplo es Google Maps, que utiliza la IA para mantener los límites de velocidad de las carreteras al día.

Cuando utilizamos un navegador en nuestro coche, una función útil es la indicación del límite de velocidad de la carretera por la que circulamos, especialmente si no conocemos la zona. Esto nos sirve para evitar despistes y posibles multas, pero los límites pueden cambiar por el tiempo y hay cientos de miles de carreteras que cubrir.

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De entrada, para crear los mapas y establecer sus límites se utilizan fotografías reales de las carreteras, datos GPS y datos oficiales sobre los límites de cada país. Así, se cubren las vías señalizadas, pero también las que están sin señalizar. Ahora bien, ¿cómo se mantienen actualizados estos límites?

Según Google, se utilizan datos proporcionados por los usuarios de Google Maps sobre cambios en las carreteras, así como otros recopilados, como la velocidad media a la que circulan los coches en una zona en concreto. Por ejemplo, si se detecta que los coches circulan más despacio durante un tiempo determinado en una carretera, puede que se haya cambiado el límite.

Esto puede ser así por varias razones, como pueden ser obras en la vía. Eso sí, para confirmarlo, se utilizan datos oficiales, imágenes actualizadas de Street View o imágenes de colaboradores externos. Si hay imágenes de un colaborador, el equipo de Google trabaja junto a la IA para identificar las señales y todo lo que pueda indicar un cambio en el límite de esa carretera.

De esta forma, es posible llevar a cabo un trabajo más completo, ya que la IA ha sido entrenada previamente en el reconocimiento de señales. Con todo tipo de imágenes, la empresa norteamericana cubre las señales de diferentes partes del mundo, de manera que todas puedan ser reconocidas, independientemente de su color, tamaño o tipografía.

Aun así, todo esto se intenta mejorar constantemente y ya está sirviendo para los avances en los nuevos coches, como es el caso del Volvo EX30. Además, los sensores presentes en los propios vehículos también servirán para ofrecer información más actualizada y exacta de los límites de velocidad. En definitiva, una ventaja para todos.

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