El Espíritu del Éxtasis de Fabergé: por si te quedaste sin huevo de Pascua...

Oro de todos los colores, diamantes, rubíes... ¿quién da más?

¿Te gustan los huevos de Pascua? Pues el Espíritu del Éxtasis de Fabergé tiene mucho que ver con ellos aunque... no, este no podrás comértelo. Entonces, ¿dónde está la relación? Bien, estamos hablando de Rolls-Royce, así que esta historia tiene que ver (¡sorpresa!) con la alta sociedad. 

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En 1885, el emperador Alejandro III de Rusia quería hacer un regalo especial a su mujer, Maria Feodorovna, coincidiendo con la Pascua y claro, un huevo de chocolate era demasiado poco elegante y exclusivo para ella… así que se puso a buscar cómo podía mejorar el concepto. 

Para ello, se puso en contacto con uno de los joyeros más célebres de San Petersburgo, la Casa de Fabergé, y le encargó un huevo de Pascua hecho con joyas: uno hecho de oro, cuya cáscara esmaltada se abría para mostrar una yema en oro amarillo.

Dentro, había una gallina dorada y esta, a su vez, ocultada una pequeña réplica de la corona imperial hecha de diamantes y de la que colgaba un pequeño colgante de rubí. Algo sencillito… Contento con el resultado, el emperador convirtió a los huevos de Fabergé en una pequeña tradición (para quien pudiera permitírselo, claro; es decir, para la dinastía rusa). 

Espíritu del Éxtasis Fabergé

En total, se fabricaron nueve huevos para Alejandro III y 40 para su sucesor, el Zar Nicolás II que, por cierto, era un gran amante de los automóviles; y en su colección había un Rolls-Royce Silver Ghost acabado en color púrpura. 

Muchos de esos huevos de Pascua se perdieron con la Revolución de 1917 y los pocos que quedan son codiciadas y valoradas piezas de arte. Uno de ellos, del año 1887, se subastó en Londres por 33 millones de dólares (es decir, unos 30,5 millones de euros).

Rolls-Royce y Fabergé: juntos para revivir la historia

Bien, hasta aquí hemos aprendido juntos algo de cultura general, pero nos falta la respuesta a una pregunta: ¿qué es exactamente el Espíritu del Éxtasis de Fabergé? En 2018, Rolls-Royce y Fabergé,  conocedoras de su faceta como representantes del lujo, decidieron crear un Espíritu del Éxtasis muy especial. 

Se encuentra dentro de un huevo que mide 16 centímetros de alto y pesa 400 gramos y que representa a los tradicionales huevos de Pascua Imperiales de Fabergé. El huevo descansa sobre una base de oro blanco de 18 quilate, grabada mano con decoración guilloché de esmalte púrpura.

Espíritu del Éxtasis Fabergé

Los brazos de oro rosa definen la forma del huevo y actúan como una cámara protectora para el Espíritu del Éxtasis, esculpido a mano en cristal de roca esmerilado. Al operar una palanca discreta en la base del soporte se abre la concha, mediante una de las tecnologías más complicadas jamás creadas para uno de estos huevos, para revelar la figura. 

Por cierto, los brazos están adornados con casi 10 quilates de diamantes blancos redondos y llevan franjas de amatista natural que pesan más de 390 quilates, especialmente seleccionados por su saturación de color y calidad. No hay precio pero… ¿te apetece un caprichito?