El hijo de Schumacher tiene un gran trabajo por delante, pero uno de los más duros, sin embargo, es saber si podrá con la presión de la F1. O más bien, con todo el impacto mediático que tiene cada uno de sus movimientos en el mundo de la competición.

No te pierdas: 'Michael Schumacher Private Collection' - una exposición imperdible

Lo cierto es que Mick Schumacher -no tiene sentido seguir refiriéndonos a él como hijo de, pues ya tiene nombre propio- ha pasado más o menos desapercibido durante varios años. Cuando el joven de 20 años competía en la Fórmula 4 alemana, apenas se oía hablar de él, por lo menos dentro de nuestras fronteras.

Se sabía que el hijo del siete veces campeón del mundo de Fórmula 1 estaba haciendo sus pinitos en esto de las carreras, pero tampoco se le daba demasiada relevancia. Sin embargo, Mick comenzó a despuntar... pasando a la Fórmula 3 con uno de los equipos que más talentos ha tenido y tiene en sus filas, Prema Powerteam.

En Prema han madurado muchos pilotos jovencísimos, como Lance Stroll y Charles Leclerc -que durante el Gran Premio de Bahréin 2019 nos sorprendía con una conducción de alto nivel- y en 2018, Mick Schumacher se proclamaba con ellos campeón europeo de la F3. 

Mick Schumacher: la sombra de la victoria

Con su salto a la Fórmula 2 en 2019 y la noticia de que Mick Schumacher entraba a formar parte de la Academia de Pilotos de Ferrari, tanto el mundo de la competición como el de los medios asociados a él se pusieron en alerta. ¿Había despertado en el joven el talento de su padre -y que no tuvo Ralf, su hermano-? 

Era el momento de empezar a seguir con lupa todos y cada uno de los movimientos de Mick Schumacher, dentro y fuera de la pista. Es cierto que el motivo está justificado: la ausencia de noticias de su padre, Michael Schumacher, desde el fatídico accidente de esquí en 2013 y las ganas de volver a ver este apellido vinculado a la categoría que tantas alegrías nos dio no hacia más que avivar el fuego.

Te interesa: Nuestro homenaje a los 50 años de Schumacher

Hay demasiada gente ansiosa como para esperar a que Mick despunte y tras la primera carrera de Bahréin, incluso se han escuchado voces que se han atrevido a criticar la algo discreta actuación del alemán, con la que solo pudo conseguir un sexto puesto.

Situaciones como esta, totalmente injustificadas, ya que como en cualquier otra competición, adaptarse a nuevas categorías lleva tiempo, han forzado incluso a Jean Todt, presidente de la FIA y gran amigo de la familia Schumacher, a pedir que se dejara en paz al muchacho y que no se añadiera más presión a la carrera de Mick, en un deporte que ya de por sí es bastante cruel.

Mick Schumacher a la Fórmula 1: ¿y si no llegara?

No cabe duda de que Mick Schumacher tiene un gran respaldo detrás y, por tanto, mucha gente que le ayudará a poner los pies en el suelo o a levantarle cuando la opinión pública no sea justa con él. El piloto ha declarado no sentirse atacado ni presionado por ser el heredero del Kaiser, pero, ¿quién sabe? La juventud puede jugar siempre a favor o en contra. 

Ha probado ya el Ferrari en los test de Bahréin -consiguiendo un buen tiempo- y también el monoplaza de Alfa Romeo Racing, y en momentos como este cualquier oportunidad juega a favor de la experiencia.

Es cierto que la trayectoria de pilotos como Leclerc, que consiguió el campeonato de F2 en su primer año y que ha demostrado una gran madurez y pilotaje (a pesar de sus 21 años y de no tener un padre tan reconocido), y otros que ya son veteranos como Verstappen, pueden llevar a confusión...

Si los 'cazatalentos' de la Fórmula 1 ya han puesto el ojo sobre él, será porque saben cómo tienen que guiar sus pasos. Y a fin de cuentas, las grandes cosas llevan tiempo. A veces es mejor dejar madurar la manzana un poco más antes de arrancarla del árbol; o si lo haces antes de tiempo, sabiendo que corres el riesgo de que el primer bocado va a ser un tanto amargo...