En 1970 la tecnología en los coches de carrera iba, valga la metáfora, a pedales. Pero siempre había alguien dispuesto a romper cánones. En este caso fue Porsche, quien con el legendario 917K inventó el arranque más sofisticado (a la par que intrincado) de la época. 

Este video de RM Sotheby's muestra cómo se arranca, utilizando un automóvil que se subastó en la Monterey Car Week (Monterey, California, EEUU) el pasado mes de agosto de 2021. No se vendió. Su puja estuvo entre los 16 y los 18 millones de dólares (entre 15 y 17 millones de euros).

En primer lugar, si es un día fresco, debes calentar el aceite a por lo menos 60 grados centígrados, aconseja el actual propietario, Paul Lanzante. Este automóvil tiene una sistema térmico debajo del tanque de aceite, que debe enchufarse a una fuente de alimentación externa.

A continuación, cambia los dos interruptores maestros. Uno está ubicado en el lateral del monoplaza, justo delante del tanque de aceite (el otro está en la cabina). El automóvil tiene una batería a bordo, pero Lanzante usa una caja exterior para ayudarlo cuando arranca. 

Una vez que esté configurado, activamos algunos interruptores del tablero para encender las bombas de combustible y el encendido. Será en ese momento (no antes) cuando puedas girar la llave para arrancar.

"Cuando se arranca en frío el motor de 12 cilindros planos del 917K, es importante no exceder las 2500 rpm, lo que se puede lograr manteniendo el varillaje del acelerador en su lugar", explicó Lanzante. "Las revoluciones deben mantenerse bajas hasta que el aceite alcance la temperatura", agregó.

Como la mayoría de los coches con carburador, el 917K tiene un estrangulador, pero Lanzante no recomienda usarlo para arrancar en frío porque puede estropear las bujías. En cambio, rocía líquido de frenos por las trompetas de admisión. Rocía cada uno para ayudar a encender el combustible, encienda el motor y esté listo para ponerse a rodar.

Campeón en Le Mans en 1970

El 917 fue uno de los coches de carrera más exitosos de Porsche, dominando las carreras de deportivos europeos y la Serie Can-Am de Norteamérica. La "K" significaba Kurt ("corto" en alemán), que demostró ser más estable aerodinámicamente que la versión anterior de cola larga . El 917K le dio a Porsche su primera victoria absoluta en las 24 Horas de Le Mans, en 1971.

Este automóvil, chasis 026, también corrió en Le Mans en 1970, pero se estrelló en la vuelta 50 y no pudo completar la carrera. También apareció en gran medida en la película de Steve McQueen de 1971 "Le Mans".

Sin embargo, no es el único Steve McQueen "Le Mans" 917K. Otro automóvil usado para filmar se vendió por 14 millones de dólares (casi 13 millones de euros) en una subasta en 2017.