Prueba Audi R8 RWS, el más purista de todos
¿Te acuerdas del anuncio que terminaba diciendo aquello de 'Corre que se acaban'? Pues algo así se podría aplicar al coche que tengo entre manos. Ahora te lo explico, pero... antes de eso ¡Ya la tienes! Esta es la prueba del Audi R8 RWS, el primer R8 con tracción trasera. Sí has leído bien. ¿Te convence?
En mi caso, cuando escuché que los de Ingolstadt se habían animado a hacer algo así, me hicieron los ojos chiribitas. Lo reconozco. Soy un hooligan de los tracción trasera, y aunque admito que el sistema quattro de Audi significa eficacia, equilibrio, seguridad y un largo etcétera de parabienes, donde este un todo atrás que se quite o demás...
Pero a lo que iba. Al empezar la prueba del Audi R8 RWS aludía al anuncio de antes porque de este Audi R8 de tracción trasera solo se van a construir 999 unidades. Lo bueno es que, como prescinde de todos los elementos mecánicos del tren delantero, el precio también se reduce: el Audi R8 RWS Coupé cuesta 168.500 euros y el R8 RWS Spyder, 183.520 euros. Así que si te cuadra en tus presupuestos generales anuales, ya no tienes excusa. Sobre todo si lo que quieres es divertirte al volante, porque este R8 de propulsión te provoca momentos de auténtico éxtasis cuando aceleras a fondo y la trasera se mueve dócilmente (a veces).
VÍDEO: Así suena el Audi R8 RWS, ¡sube los altavoces!
Por esto lo reconocerás...
Pero vamos primero con lo que se ve por fuera: a simple vista puede parecer un Audi R8 normal, pero hay detalles que lo delatan. Empiezo por el lateral, donde el sideblade está acabado en color negro brillante, mientras que el inferior es del mismo color que la carrocería. Esa es una de las claves.
Otra son las grandes tomas de aire con aletas verticales y los faros LED que flanquean una parrilla Singleframe que va pintada en negro mate de forma específica. Y ya que he nombrado los faros, el R8 RWS de Audi también se ofrece con luces láser en opción, que, como dato, doblan el alcance de las luces largas. Pero vamos, esto último lo ofrecen todos los Audi R8.
Sigo: la banda deportiva opcional que ves en las imágenes está inspirada en el Audi R8 LMS GT 4. De color rojo Misano, recorre el capó, el techo y la sección trasera. La carrocería es la misma que la que conocías hasta ahora: el nuevo Audi R8 V10 RWS mide 4,42 m de largo y 1,94 m de ancho, tanto la versión Coupé como el Spyder.
Menos peso, más diversión
Algo importante: en el Audi R8 Coupé V10 RWS, el peso se reduce a 1.590 kg, lo que son 50 kg menos que el Audi R8 Coupé V10 con tracción quattro, que requiere componentes adicionales, como el árbol de transmisión, el embrague multidisco y el diferencial del eje delantero.
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El motor que va asociado al R8 RWS que estoy probando es el más modesto de la gama si de modesto tiene algo el V10 central de 540 CV, con un par máximo de 540 Nm a 6.500 rpm. Con este bloque FSI de 5,2 litros, el R8 Coupé acelera de 0 a 100 km/h en 3,7 s (Spyder: 3,8 s) y alcanza una velocidad máxima de 320 km/h (Spyder: 318 km/h). Para los más frikis, aquí va un dato que os va a encantar: Audi ha establecido el orden de encendido de los cilindros así: 1–6–5–10–2–7–3–8–4–9. No obstante, no te pierdas esto, porque al parecer el Audi R8 tendrá un V6 bajo el capó en 2018.
Otra cosa que no cambia: al motor de diez cilindros está acoplado a una caja de cambios S tronic de 7 velocidades. Sus transiciones son rapidísimas y es una verdadera gozada tener un cambio así bajo tus órdenes: obedece al instante, puedes bajar varias marchas de golpe y sus relaciones logran extraer toda la energía al motor.
Así seduce este R8 de propulsión
Y ahora vamos con lo importante. ¿Cómo se siente esta prueba del Audi R8 RWS? La respuesta es fácil. Tengo una ruta por delante con un buen puñado de kilómetros para descubrirlo. Juego con las levas del volante para ponerme en marcha. De momento todo parece en su sitio. En aceleraciones controladas no noto que sea un tracción trasera puro. Solo siento la fuerza sobre mi espalda y el ímpetu de los 540 Nm de par parapetándome hacia delante.
Los 50 kilos que se ahorra esta versión RWS tampoco los noto. ¿O sí? Llegan las curvas y desconecto una de las dos etapas del control de estabilidad para ver cómo se comporta la zaga. En seguida me doy cuenta de que llevo un juguete entre manos que pide guerra. Se la voy a dar. Gas a fondo, sin concesiones a la salida de una curva y las ruedas traseras de 325 sobre llanta 19 pierden el duelo con el motor y dibujan sobre el asfalto una firma negra de goma que tardará mucho en quitarse. Me ha sorprendido que en ese modo la electrónica te permita hacer tanto. Mis manos se vuelven rápidas para dejar todo en su sitio ayudado siempre en última instancia por la electrónica.
Las siguientes curvas me las tomo con un poco más de calma, pero poco a poco voy ganando confianza con un coche que no está pensado para driftar, aunque sea capaz de derrapar como un demonio. El Audi R8 busca la eficacia, el paso por curvo más rápido y difícil.
¿Drift? Sí, pero solo con buenas manos
Al tener tracción sobre el eje delantero, probar el Audi R8 RWS te exige que seas más prudente con el pie derecho a la salida de las curvas. Si te pasas, la electrónica hará trabajos extra para que no te des la vuelta. Lo bueno es que la dirección es tan rápida que con un rápido y eficaz movimiento del volante puedes controlar las pequeñas deslizadas del tren trasero.
A mi particularmente me parece una pasada tener que conducir con esas limitaciones, porque con la tracción quattro puedes acelerar antes, puedes hacerlo con miramientos, sin condescendencia. Con el Audi R8 RWS 2018, tienes que calcular cuanto gas vas a abrir en cada momento, porque los 540 CV son demasiado para que un solo eje absorba su fuerza.
¿Conclusión? Tras disfrutar de esta primera prueba del Audi R8 RWS, creo que Audi ha acertado con este versión. Un R8 de tracción trasera limitado a 999 unidades y directo al corazón de los más puristas de la conducción.
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Nuestro veredicto
