¿Nos hemos vuelto locos? ¿Quizá los ingenieros de Mercedes? Nada de eso. Como siempre, saben muy bien lo que se hacen y nos lo han vuelto a demostrar en esta prueba del Mercedes-AMG A 45 que, en su versión S, rinde nada menos que 421 CV (387 sin la ’S’).

¡Al Jarama!

¿Qué mejor lugar para la presentación internacional y las pruebas del Mercedes-AMG A 45 que el madrileño Circuito del Jarama? Además, nada más llegar nos esperan en pista para dar cinco vueltas con estos coches deportivos, más concretamente con la versión S, la ‘gorda’; y otras cinco con el Mercedes-AMG CLA 45 también en su versión de 421 CV.

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Mercedes-AMG A 45 S y CLA 45 S 2019 (15 imágenes)

Soy el cuarto de una caravana compuesta por un Mercedes-AMG GT de color verde ‘sígueme si puedes’ y tres A 45 AMG. Y vaya si podemos seguirle. Bueno, sinceramente, creo que el instructor no iba a tope de verdad, porque entonces hubiera sido un pelín difícil seguir sus pasos. 

Pero ya desde la primera curva me doy cuenta de que este Mercedes es mucho Mercedes, a pesar de que sea un compacto. En la primera vuelta, circulamos en Sport Plus y noto algo de subviraje, pero a la segunda, el líder de esta manada hambrienta de sensaciones nos dice que pongamos el modo Race (de serie en las versiones S). Y es entonces cuando sale a relucir el poderío infinito de sus 421 CV… no hay en el mercado un compacto igual. Además, este modo ajusta un reglaje con tendencia ligeramente sobreviradora. Y es que te recuerdo que este coche lleva el sistema activo de tracción integral AMG Performance 4MATIC+ se encarga de mandar la fuerza necesaria al eje trasero (hasta algo más del 50% según los ingenieros alemanes) y ahí también la puede distribuir de forma completamente variable y hasta el 100% a una u otra rueda trasera mediante el AMG Torque Control. Esta función es la clave de una adherencia sin igual y un paso por curva demoledor de este Mercedes Clase A tan especial.

 El ESP tolera un mayor ángulo de deriva antes de intervenir y lo hace de forma suave. Por eso, el paso por curva es brutal, con un aplomo y una adherencia que desafían toda lógica. Igual que el empuje de este motor, que parece no tener fin.

Respecto al Mercedes-AMG CLA 45 no tiene grandes diferencias, aparte claro está de su carrocería sedán y su algo mejor espacio a bordo sobre todo en las plazas traseras. Sí que lo he notado algo más nervioso y subvirador en el Jarama, unas sensaciones que tendremos que corroborar en una prueba más a fondo en el futuro.

En ambos, el rápido cambio automático de 8 velocidades es toda una gozada (por supuesto, con levas tras el volante), y si en el modo Sport Plus en ocasiones sube de marcha demasiado pronto y reduce algo tarde, con el modo Race parece leerte la mente y aguantar la relación hasta justo cuando lo harías tú, pasadas las 7.000 rpm.

Y, además, y para que ya no te quieras bajar nunca, la mariposa de escape modula la sonoridad del vehículo, pero es que además, de forma opcional se ha implementado el AMG Real Performance Sound que cuenta con un sensor que detecta el sonido real del motor y la reproducen a través de los altavoces en el interior. 

‘In love’ con este coche

Pero, aún hay más: el ‘Drift Mode’. Sí, para derrapar. Y eso me ha dejado ‘In love’ con este coche. No para tragarme la llave y atarme al bacquet, pero casi. ¿Y como funciona? Pues a ver cómo te lo digo sin entrar en demasiados tecnicismos… hace posible un sobreviraje controlado gracias a dos diferenciales, uno en cada rueda trasera, de ese 50% de par que le puede llegar al eje trasero, puede mandar el 100% a una rueda o a otra. Será de serie en los modelos S, y para los modelos básicos formará parte del paquete opcional AMG Dynamic Plus. Se activa pulsando ambas levas del cambio del volante una vez seleccionado el programa de conducción Race, y se confirma con la leva de la derecha. También hay que desactivar el ESP y hay que seleccionar el modo manual en el cambio. Una vez hecho todo esto… a jugar. Y si quieres salir de los semáforos el primero, tranquilo, también tienes la función ‘Race Start’.

En esta prueba del Mercedes-AMG A 45 S nos ofrecieron sus increíbles cifras de prestaciones: acelera de 0 a 100 km/h en un tiempo récord: 3,9 segundos, mientras que el modelo de 387 CV lo hace en 4,0 segundos. La velocidad máxima está limitada en los modelos básicos a 250 km/h, mientras que los modelos S pueden alcanzar los 270 km/h, también limitados, claro está. 

De estética no te voy a hablar, porque ya lo puedes ver en las fotos. Bueno, un detalle, el alerón trasero solo lo puede llevar la versión S. Y otro: a bordo y respecto a un Mercedes Clase A normal, incluye algunos aditamentos específicos AMG para dinamizar el interior.

¿El precio del Mercedes-AMG A 45 S? Todavía no se sabe. Lo que sí te puedo decir es que puedes tenerlo en tu garaje en otoño y te aseguro que, cueste lo que cueste, yo lo tendría en mi garaje… y me quedaría encadenado a él, totalmente ‘in love’...