Prueba Porsche 911 S Cabriolet 2019

Prueba Porsche 911 Cabriolet S 2019
Shut up and take my money!

El primer coche de Porsche fue un descapotable. El último en llegar, también. Mucho ha llovido desde que el 8 de junio de 1948 Ferdinand Porsche presentase al mundo el 356 Nº1 Roadster. Lo que no ha cambiado es el espíritu deportivo de sus modelos ni el atractivo de los mismos, como he podido confirmar durante la prueba del Porsche 911 S Cabriolet 2019.

Igual que la variante coupé, la carrocería con techo de lona presume de líneas sinuosas, sensuales y perfectamente reconocibles como lo que es: un 'Nueveonce'. Da igual si la cubierta es negra, roja, marrón o azul oscura -tonalidades disponibles-, el color es lo de menos, porque rezuma elegancia por doquier. También deportividad con sus amplios pasos de rueda, los traseros ahora igual de anchos tanto en la versión S como en la 4S; las enormes llantas de aleación de 20 pulgadas delante y de 21 detrás o su enorme alerón trasero, con tres posiciones y luz de freno incorporada. Asimismo adopta las novedades del 911 cerrado, como las manetas de las puertas enrasadas en la carrocería o la matrícula colocada en posición más baja. Y no podía faltar el homenaje a las primeras generaciones. ¿Observas las líneas de diseño del capó? Exacto, son similares a las del modelo de 1964.

Disfruta del Porsche 911 Cabriolet 2019 en movimiento

Para el interior, el equipo de diseño también se ha inspirado en el primer modelo. Sólo hay que echar un vistazo a las líneas horizontales del salpicadero. También, aunque eso sí se ha mantenido generación tras generación, el cuadro de instrumentos está formado por cinco esferas, la central, la del cuentarrevoluciones, más grande. Pero espera, Tamaríz, porque la cosa tiene truco. La única analógica es la que más destaca, porque las otras están creadas digitalmente mediante dos pantallas sin marco situadas a cada lado. Recorro con mi mano los paneles de las puertas, el cuero, las costuras... Materiales y ajustes de primera. El único 'pero' que le pongo es el plástico utilizado en los tiradores de las puertas. ¿Será para ahorrar peso al conjunto? Puede ser, porque Porsche ha cuidado hasta el más mínimo detalle para que el coche de la prueba, el Porsche 911 S Cabriolet 2019, no se pase con la tara. Por ello, los asientos, que son nuevos, pesan unos tres kilos menos que los de la generación anterior. Van situados cinco milímetros más bajos y siguen ofreciendo una posición de conducción perfecta. No así la visibilidad trasera, puesto que los asientos de la segunda fila, más altos y más anchos, pero aún así testimoniales; y la luna posterior, de vidrio, calefactable y de tamaño contenido, no facilitan las cosas. Para ello, la firma de Stuttgart ha puesto solución al 'problema': cámara de visión para marcha atrás de serie. Otro detalle novedoso es la pantalla táctil de 10,9 pulgadas del sistema multimedia Porsche Communication Management (PCM).

Prueba: Porsche 911 Coupé 2019

Para arrancar no hace falta que saque la llave del bolsillo, porque la nueva generación equipa una palanca que la sustituye; por supuesto, alojada a la izquierda del volante. La giro y el motor 3.0 bóxer asistido por dos turbos es capaz de estremecerme, pero también a la gente que me rodea. A ralentí no echo en falta el sonido del atmosférico. Sus seis cilindros trabajan a pleno rendimiento en todo el rango de revoluciones para ofrecer una entrega explosiva. Rinde 450 CV, 30 más que el 991, y declara 530 Nm entre las 2.300 y las 5.000 vueltas. Además, a pesar de tratarse de un propulsor sobrealimentado, la respuesta del pedal derecho es casi instantánea. ¡Bravo! Y todo esa energía es acompañada por una melodía brutal. En movimiento no echo en falta el sonido del atmosférico. Desde el conmutador situado en el volante puedes elegir entre los modos Normal, Sport, Sport Plus y Wet. En cualquiera de ellos, el 'ataque' es contundente.

Prueba Porsche 911 Cabriolet S 2019

Otro de los elementos que cabe destacar del coche de la prueba, el Porsche 911 Cabriolet S 2019, es su cambio de doble embrague de nombre impronunciable: Porsche Doppelkupplung. No solo por la excelente armonía con el motor, sino también por la rapidez y precisión con la que trabaja. Puedes ser un romántico como yo y preferir siempre uno manual, pero deberías ser un romántico objetivo: ningún humano podrá ser tan veloz y tan preciso como la PDK. La novedad es que ahora sólo se puede cambiar de transición desde las levas del volante, algo que a mí no me afecta, puesto que la palanca en este tipo de coches con cambio automático quedó por mi parte relegada en el grupo de los ignorados.

Este Porsche 911 no podía haber rozado la perfección si no fuese por su dirección eléctrica, que no parece de este tipo por su tacto, precisión y peso; y por su suspensión, que mantiene la carrocería firme sin balanceos y filtra realmente bien las irregularidades de la calzada. Además, por primera vez, la versión descapotable puede equipar el chasis deportivo PASM, con el que la carrocería se ve rebajada en 10 mm. Al activarla, los amortiguadores se endurecen para que en los virajes el 'Nueveonce' sea una auténtica tabla.

Así funciona el Wet Mode del Porsche 911 2019: ¡lo hemos probado!

Continúo con la prueba del nuevo Porsche 911 descapotable por las carreteras de los alrededores de Atenas, lugar donde se ha llevado a cabo la presentación internacional. Rodando me llama la atención lo bien insonorizado que está el habitáculo... ¡Hora de despelotarlo! Presiono el botón de la consola que pliega el techo. Lo hace en 12 segundos y a una velocidad que no supere los 50 km/h. La capota es otra de las novedades que equipa la versión cabrio de la octava generación del 911. La mayoría de las piezas que forman su mecanismo están realizadas en magnesio ligero y aluminio. Por su parte, el deflector aparece en sólo dos segundos. La compañía alemana ha conseguido que incluso a 130 km/h se pueda tener una conversación audible y que las turbulencias sean inexistentes. Eso sí, lo que ahora son más claras son las explosiones de su escape, cosa que agradezco. 

Prueba Porsche 911 Cabriolet S 2019

 
Aparco el coche y finalizo la prueba del Porsche 911 S Cabriolet 2019. Mientras me alejo deleitándome con ese traje en color 'Lizard Green', sólo puedo pensar... ¡Qué gran trabajo! Lástima que 147.065 euros me impidan deleitarme con él a diario.

Nuestro veredicto

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