8 razones por las que el viejo Toyota Supra era tan grande

Toyota Supra original
Es difícil estar a la altura...

Queremos darte 8 razones por las que el viejo Toyota Supra era tan grande, algo que nos ayudará a saber también por qué tanta gente se siente un poco decepcionada con el Toyota Supra que acaba de ser presentado. 

No te pierdas: ¡Todo sobre el nuevo Toyota Supra 2019!

Lo primero que queremos destacar es que el primero, el Toyota Supra A80, llegó en un momento en el que los coches japoneses (deportivos japoneses más bien) se habían transformado y dejado de ser algo insustancial para convertirse en coches capaces de dominar el mundo. 

Vimos también en aquella época al Honda NSX, al Mazda MX-5, el Mitsubishi 3000GTO, el Nissan 300ZX… y por último, el Toyota Supra. ¿Y por qué este fue tan bueno? Básicamente porque si no hubiera estado a la altura, se habría convertido en un deshonor para Toyota frente a sus rivales japoneses. 

Lo mejor del viejo Toyota Supra: el 'spoiler'

Toyota Supra original

En 1993, ese ‘spoiler’ chirriaba tanto como una tiza sobre una pizarra. Sin embargo, armonizaba perfectamente con la naturaleza curvilínea del Toyota Supra y era realmente efectivo a la hora de mejorar la aerodinámica. Esto, junto al motor, ¡le hacía volar!

Lo mejor del viejo Toyota Supra: por concepto

Toyota Supra original

Durante muchos años, la industria japonesa acordó limitar la potencia a 283 CV y en el mercado local se aceptó, pero para los mercados de exportación se volvió a ajustar su salida. Se añadieron unos turbos diferentes, hasta alcanzar los 330 CV, lo que le convirtió en un monstruo, superior al BMW M3 en sus días y cercano al Porsche 911 Turbo 3.6. 

Fue un motor inteligente, con turbos secuenciales, uno de ellos operando a bajas revoluciones. Era capaz de alcanzar los 100 km/h en 4,9 segundos, que por aquel entonces era algo bastante destacable. Y a fin de cuentas, el Toyota Supra de hoy no es mucho más potente… 

Lo mejor del viejo Toyota Supra: un 'peso pluma'

Toyota Supra original

Toyota trabajó mucho en reducir el peso y lo consiguió, logrando un mejor peso-potencia que en el Ferrari 348. Utilizaron aluminio para el capó, los brazos de la suspensión, los soportes del paragolpes… y tenía solo un escape, porque uno doble no daría más potencia. La armadura de la dirección era de magnesio y las fibras de las alfombrillas, huecas. Eso ayudó a compensar el peso de los airbags, los asientos eléctricos y otros lujos: la versión turbo pesaba cerca de 1.585 kg

Lo mejor del viejo Toyota Supra: sofisticado y loco a la vez

Toyota Supra MK.IV.
Toyota Supra MK.IV.

El Toyota Supra tenía control de tracción en un momento en el que el BMW E36 M3 no y también frenos ABS y un diferencial de deslizamiento limitado. Aunque la velocidad se limitó a 250 km/h, se llegaron a alcanzar 290 km/h con él.

Lo mejor del viejo Toyota Supra: sorprendentemente dócil

Toyota Supra original

El viejo Supra giraba con convicción y se conducía de manera rápida y envolvente. Además, ¿sabes que en su momento uno de los extras que se podían comprar junto al Toyota Supra era un curso de conducción en Silverstone? En la escuela de conducción ‘John Watson Perfomance Driving’. Costaba 260 libras (unos 290 euros). 

Lo mejor del viejo Toyota Supra: un habitáculo de altura

Toyota Supra original

La instrumentación del Toyota A80 estaba ubicada como si se tratara de un coche monoplaza, alrededor del conductor, por lo que el copiloto quedaba totalmente desplazado. Contaba con un velocímetro que marcaba 300 km/h de máxima y estaba lleno de botones (de hecho, el control de climatización contaba para sí solo con una docena). 

Lo mejor del viejo Toyota Supra: sobrevivió a periodos turbulentos

Toyota Supra original

Toda la serie A80 del Toyota Supra vivió una buena racha entre 1993 y 2001 en Japón, pero tuvo serios problemas en Reino Unido, donde se vendió solo durante tres años y apenas 600 unidades, y en Estados Unidos, donde se vio afectado por las regulaciones de emisiones. Esto, sin embargo, ¡ayudó a crear el mito!

Lo mejor del viejo Toyota Supra: héroe cinematográfico

Toyota Supra original

El Toyota Supra ha sido protagonista de muchas películas, pero fue la saga 'Fast and Furious' (A todo gas), la que llevó al Toyota Supra MkIV a ser uno de los deportivos japoneses más conocidos del mundo. Paul Walker lo condujo en la primera película y después, esta unidad se vendió por varios cientos de millones de dólares.