Si dudas entre comprar un Mazda3 o un Peugeot 308 no hagas caso a tu amigo el sabio: no, no estás loco. El segmento de los compactos no solo es uno de lo más competidos, sino también uno de los más entretenidos. Echa un vistazo: está el Seat León y su liderazgo indiscutible en el mercado español. También el casi eterno Volkswagen Golf, que despierta pasiones (buenas y malas) por donde quiera que vaya. Y el Renault Mégane. Y el Ford Focus... 

Pero hoy vamos a echar un vistazo a dos modelos que considero que apuestan por caracteres muy contrapuestos. Se podría resumir como el confort y la sobriedad más francesa contra el carácter japonés. Escoger un estilo u otro depende de ti, aunque voy a intentar arrojar un poco de luz al respecto.

Cuál comprar, ¿Mazda 3 o Peugeot 308? Interior

Aquí creo que el Peugeot es un claro ganador en cuanto a sensación de espacio. Su diseño más rectilíneo permite una línea de cintura más baja y, por lo tanto mayor superficie acristalada. 

Cuando te sientas en el 308 te encuentras con un interior más diáfano, especialmente en la zona delantera, donde el siempre polarizador i-Cockpit es el protagonista absoluto: como no tiene ni botones ni ningún tipo de mando de control (salvo el volumen de la radio y alguno más), las superficies son más limpias y la sensación de desahogo es superior.

Por contra, en el Mazda juega un papel importante el 'diseño Kodo'. Son líneas curvas y sinuosas con mucha chapa a la vista. La línea de cintura va ascendiendo, por lo que en la zona posterior la sensación de espacio es un poco menor. 

En las plazas delanteras, en la consola central está el mando giratorio que controla el sistema de infotainment. Quizá podría estar mejor situado, pero tampoco es grave. Además, tiene la ventaja de ser bastante intuitivo.

En la consola central, a diferencia del Peugeot 308, están las ruletas del climatizador que buen tacto y funcionamiento. Como siempre digo, es cuestión de gustos, pero el manejo es superior gracias precisamente a la existencia de botones y pulsadores con los que controlarlo todo: no necesitas apartar la vista de la carretera para acertar en un botón dibujado en el marco de la pantalla táctil para manejar absolutamente todo.

Eso sí, en favor del francés he de decir que siempre funciona como debe y el sistema no tiene ningún tipo de retardo.

En cuanto apostura de conducción, me quedo co el Mazda. Cuando te sientas en el asiento del conductor, te encuentras con una postura natural, quizá algo más dinámica que en el caso del 308. En ambos casos los asientos son cómodos y tienen un buen tamaño, pero en el japonés su mullido es algo más duro.

Me gusta que en el Mazda el cuadro de relojes sea relativamente convencional. Es decir, en el centro está el cuentavueltas con el indicador de velocidad digital y a la derecha un display monocolor con la información del ordenador sin demasiados excesos.

En el caso del nuevo Peugeot 308, tiene dos relojes. A la izquierda la velocidad y a la derecha el cuentavueltas con una pantalla central de buena legibilidad que puede ser en color o monocromo en función del acabado. Es curioso el funcionamiento de la aguja de las revoluciones, que se mueve en dirección contraria a la de la velocidad.

Y me lleva a que estaría genial... ¡si pudieras ver el cuadro de mandos! Según los diseñadores, el iCockpit con los relojes puestos en la parte superior del salpicadero ayudan a no desviar la mirada de la carretera (qué ironía), pero luego la posición del volante queda tan rara que si quieres ver la información, tienes que ponerlo muy bajo. 

Aquí hay que reconocer que cuanto te acostumbras, no le das mayor importancia al asunto, pero resulta chocante una posición tan peculiar.

En el modelo japonés es la postura de toca la vida. Un aro de buena grosor, tirando a vertical y una postura natural con una visibilidad buena.

Cuál comprar, ¿Mazda 3 o Peugeot 308? Motores

La gente de Peugeot ha abrazado eso del downsizing con alegría. De hecho, el grupo PSA (ya sabes, integrado por Citroën y ahora Opel) utiliza motores pequeños de buena potencia específica.

Para mi gusto, el motor 1.2  PuretTech del Peugeot 308 con 130 CV es de lo mejorcito del segmento, y eso que solo cuenta con tres cilindros y 1.199 cc. Suena simpático (con la opción del botón Sport hasta gordo) y empuja de manera muy lineal hasta el corte. Además, consume relativamente poco y lo cierto es que no le encuentro muchas debilidades.

La gama es más completa que en el caso del japonés: todos los motores son turboalimentados y cubren un gran espectro: en gasolina está el 1.2 con 110 CV (va muy justo), además del ya mencionado 130. También hay un 1.6 de 225 CV muy suave y rápido y el espectacular 2.0 de 270 del no menos espectacular Peugeot 308 GTI, que si duda es una de las mejores opciones en cuando a compactos deportivos de todo el mercado. Lee más en la prueba del Peugeot 308 GTI.

En cuanto a diésel, estos ya no se llaman HDI, sino BlueHDI. La gama cuenta con un 1.5 con potencias de 100 y 130 CV y un dos litros de 180. El modelo de 100 CV puede estar bien si no necesitas mucha potencia, aunque lo cierto es que cuesta tan poco menos que el de 130, que, salvo para flotas u ofertaza, no tiene demasiado sentido.

Motores del Mazda3

Los japoneses, como casi siempre, han seguido su propio camino. Y no se puede decir que sea erróneo, pero sí "diferente". verás: mientras todos se 'matan' por meter el bloque más pequeño posible, en Mazda han optado por lo que ellos denominan rightsizing (en inglés, más o menos, significa "tamaño adecuado").

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Así, en gasolina tienes un bloque de dos litros at-mos-fé-ri-co de 120 y 165 CV que funcionan igual de bien. El modelo de 120 se puede quedar falto de punch al ser atmosférico, pero una vez que te haces y le pierdes el miedo a subir más allá de las 5.000 vueltas, su manejo es muy agradable. La variante de 165 CV es más poderosa y muy llena en todo el rango de revoluciones, por lo que la conducción es más gratificante... todo lo contrario que el consumo final.

En cuando que en diésel aparece un 1.5 de 105 CV y nada menos que un 2.2 de 150. El primero no presenta problemas y, si no tienes miedo a convertirte en un proscrito, puede ser una opción muy sensata. El 2.2 e 150... bueno, tiene mucho par y mucha fuerza gracias a su mayor cilindrada y el consumo no es excesivamente superior al que te puede ofrecer el 2.0 TDI de por ejemplo el Volkswagen Golf.

Cuál comprar, ¿Mazda 3 o Peugeot 308? Cómo van

Aquí no sabría con cuál quedarme. Ambos modelos ofrecen un comportamiento intachable si los utilizas para lo que están concebidos. Es decir, para ir y venir en un uso normal. En términos generales el feeling de Mazda me gusta más; me recuerda a los Ford: algo más directos e inclusivos con el conductor.

Sin embargo, el modelo japonés pierde puntos por la ausencia de modelos deportivos (que tampoco representan un ggranrn porcentaje de las ventas). A grandes rasgos, el Mazda 3 pisa muy neutro y tiene una estabilidad lineal que me da una mayor sensación de calidad que la del Peugeot 308.

¿Quiere eso decir que el 308 va mal? Todo lo contrario: se podría decir que es uno de los modelos más equilibrados. En conducción normal es más relajado y eso que su volante ¿cuadrado? ¿redondo? ¿poliédrico? actúa sobre una dirección más rápida y un eje delantero muy bueno. Las ruedas traseras siguen el guiado con mucha fe y, en el caso de las versiones deportivas, con un feeling que recuerda mucho a los compactos deportivos de la vieja escuela, pero con la ventaja de que no se descoloca a la primera de cambio.

Cuál comprar, ¿Mazda 3 o Peugeot 308? En resumen

A la hora de comprar un Mazda3 o un Peugeot 308, seguro que entra en juego el precio. En líneas generales el japonés es más caro debido a una construcción más sólida y de mayor calidad (al menos, percibida), mientras que la gama del 308, al ser más extensa y contar con más acabados, es más fácil de adaptar al comprador europeo.

Como conclusión, se podría decir que el Mazda3 es más para esos conductores que buscan un coche nuevo muy bonito, que 'pasan' un poco de la habitabilidad (por ejemplo, su maletero tiene 364 litros contra 398 del francés) y que disfrutan conduciendo, especialmente si optan por las variantes de gasolina.

La parte negativa es que se trata de un modelo que está de salida: el nuevo Mazda3 2019 está preparando un aterrizaje más que inminente, lo que por otro lado se puede traducir en mayores ofertas económicas.

Por su parte, el Peugeot es un éxito casi seguro. Un coche pensado para las masas (pero en plan positivo) que no tiene ninguna debilidad aparente y que, lo compre quien lo compre, no se va a arrepentir.

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