A día de hoy, a nadie se le escapa que los fabricantes chinos de coches eléctricos baratos están haciendo mucho daño en los diferentes mercados del mundo, especialmente en el europeo. Por esta razón, ya hay marcas dispuestas a hacerles frente sea de la manera que sea. ¿Qué te parecería una sociedad formada por Honda y Nissan para plantarles cara? Todo es posible, amigo...

Esta asociación entre enseñas japonesas traería todo tipo de condimentos para que el guiso final quedara a gusto del consumidor. Los medios japoneses apuntan, como rumor, que la intención de ambas marcas es compartir los gastos de un proyecto que necesitará mucho dinero sobre la mesa para investigar y desarrollar coches eléctricos baratos.

Los rumores de posibles consorcios entre marcas asociaciones son constantes. En los últimos días se ha hablado de una hipotética joint venture entre Volkswagen, Renault y Stellantis que podrían unir fuerzas para luchar contra el poderío de los vehículos chinos. También se ha comentado otra entre la marca de Wolfsburgo y Ford.

En el país del sol naciente suele ser frecuente que las compañías automotrices unan fuerzas para tener resultados conjuntos. En el pasado ya sucedió con la sociedad entre Toyota y Mazda, sin ir más lejos. 

De esta manera, se busca abaratar los costes de los coches de cero emisiones para competir directamente con fabricantes como BYD o MG. La primera de ellas se metió de lleno en el mercado de Honda y Nissan, el japonés y en enero acaparó el 20% de las importaciones de vehículos eléctricos en el país. A esto hay que añadir que su coche más barato está en torno a los 9.000 euros.

Si miramos la gama eléctrica de Nissan, veremos que en Europa sólo tiene el Leaf (que en su día fue el más vendido del mundo) y el SUV Ariya (que no ha tenido el éxito esperado por la compañía). Por su parte, Honda, en la actualidad, no cuenta con ningún coche 100% eléctrico en el Viejo Continente (en Estados Unidos sí tiene el Prologue). También tuvo el Honda-e pero lo descatalogaron.

Sea como fuere tanto en Yokohama como en Hamamatsu se toman muy en serio esta hipotética joint venture porque, tanto un fabricante como otro saben que el segmento de los coches eléctricos está en plena expansión y no quieren quedarse atrás.

A día de hoy, se desconoce cuál va a ser la fórmula para unir fuerzas y poder sacar adelante el proyecto en común. Tampoco se sabe si las conversaciones acabarán fructificando o sólo ha sido fuegos de artificio.