Las baterías de litio y aire prometen ser la revolución para los coches eléctricos

Batería de litio y aire del Instituto Tecnológico de Illinois.

Gustavo López Sirvent

Científicos del Instituto Tecnológico de Illionis han desarrollado una batería cuatro veces más potente que las tradicionales, siendo mucho más ligeras

Dicen los que saben que la tecnología no es sino el conjunto de los instrumentos con que asegurar la mejor calidad de vida posible. Y así nos lo están demostrando los investigadores día sí y día también. Científicos del Instituto de Tecnología de Illinois han desarrollado un novedoso diseño de batería de litio-aire que puede almacenar un kilovatio-hora por kilogramo o más. 

Si lo traducimos a las cifras de las baterías de litio actuales que se utilizan en los coches eléctricos, quiere decir que son cuatro veces más potentes. Las actuales baterías de litio pueden alcanzar densidades energéticas de unos 200-250 Wh/kg, lo que ha permitido desarrollar coches con una buena autonomía, pero a costa de tener que instalar grandes y pesadas baterías.

 La nueva batería que han presentado los expertos estadounidenses combina los beneficios de las baterías de estado sólido con las de litio-aire para no sólo aumentar su densidad, sino también permitir más de 1.000 ciclos de recarga sin que apenas pierda capacidad de almacenamiento. Según calculan, sólo perdería un cinco por ciento.

Las baterías de litio-aire permiten almacenar más energía en menos espacio que las de iones de litio, pero tienen un problema y es que tienden a estropearse después de pocas recargas y requieren mucha más energía para cargarse de la que pueden generar. 

Los expertos de Illinois han encontrado una vía alternativa para solucionarlo. Eligieron una mezcla de polímero y cerámica, que por separado tendrían escasa efectividad, pero al combinarlos aportan la alta conductividad iónica de la cerámica y la gran estabilidad del polímero.

Una vez lo probaron, observaron que los nuevos componentes permiten que la formación y descomposición del dióxido de litio, fundamental para que la pila funcione, se produzca a altas velocidades y a temperatura ambiente. Esta situación es novedosa con una batería de litio-aire, ya que una celda fncional de litio-aire alcanza en laboratorio unos sorprendentes 685 Wh/kg.

Además del rendimiento, también tiene la ventaja de ser más segura que las baterías de litio porque el electrolito es completamente sólido y no contiene líquidos que puedan incendiarse.

Los responsables indican que incluso en esta fase el diseño está listo para comenzar la fase de pruebas y validación previas a la próxima fase que ya será la producción comercial, que esperan se pueda realizar a corto plazo. Esto supondría una auténtica revolución para los coches eléctricos, que serían uno de los destinatarios de este tipo de baterías.