¿Cómo piensas que sería acelerar de 0 a 100 km/h en menos de un segundo? Sube...

Gustavo López Sirvent

El monoplaza eléctrico diseñado por AMZ Racing, llamado Mythen, y pilotado por el youtuber Tom Scott, ha conseguido parar el crono en 0,956 segundos. Este coche tan sólo pesa 137 kilos y tiene una potencia de 320 CV. "Ha sido el segundo más largo de mi vida", señaló el piloto experimental.

La adicción a la velocidad, esa humana sensación por vivir más rápido, por activar los sensores de la adrenalina. Ese gran activo, que lo es más cuando se combina con rapidez y, a pesar de que Einstein dijo que el tiempo es relativo, para AMZ Racing no lo es. 

Este equipo de ingenieros suizos presentó hace unos meses su vehículo eléctrico experimental que, en teoría, sería capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en un tiempo récord, en concreto en menos de un segundo (0,956 segundos). 

Todos esos datos teóricos se quisieron llevar a la práctica y esta empresa invitó al youtuber Tom Scott a que fuera el encargado de sentir mariposas en su estómago con este prototipo y, a su vez, lo pudiese grabar en vídeo para emitirlo en su su canal oficial.

Mythen se llama este minúsculo monoplaza y tan sólo pesa 137 kilos y se le otorga una potencia que alcanza los 240 kW (320 CV). Esas características están pensadas para conseguir la gran aceleración que, a posteriori, logró. No se pensó en que tuviera la mejor velocidad punta porque no era el objetivo.

Este prototipo monta unos neumáticos especialmente diseñados para la velocidad. Además, dispone de elementos aerodinámicos como alerones delantero y trasero, unas planchas de fibra de carbono en los perfiles del modelo, así como elementos aerodinámicos activos.

Una vez metido en el minúsculo habitáculo, Scott pisó el freno y el acelerador al mismo tiempo para poner en marcha el ‘Launch Control’. Cuando levantó el pie del pedal del freno, el coche salió literalmente disparado batiendo el récord de velocidad. Se logró detener el cronómetro en 0,956 segundos. Lo establecido.

Mythen se diseñó con el propósito de lograr esa vertiginosa aceleración. Por esta razón, su sistema eléctrico se apaga automáticamente una vez supera la barrera de los 100 km/h. Posteriormente, el piloto puede, progresivamente, ir frenando.

La sensación de inmediatez no deja lugar a las emociones, sólo a un grito de Tom Scott desde la cabina. "¿Qué?" Chilló. Cuando puso los pies sobre la tierra, el youtuber sólo acertó a decir: "Ha sido el segundo más largo de mi vida. ¿Fue realmente sólo un segundo? Parecían cinco. Fueron como cinco segundos. Es una experiencia surrealista".