El récord de velocidad que estuvo 32 años imbatido

Porsche 962 C de Hans-Joachim Stuck en Le Mans

El piloto Hans-Joachim Stuck recuerda los detalles de su récord en Le Mans, el cual permaneció sin ser superado durante tres décadas.

Muchos grandes pilotos pasan por las 24 horas de Le Mans, pero solo unos pocos son capaces de dejar su huella. Uno de ellos fue Hans-Joachim Stuck, quien logró firmar un tiempo de vuelta récord que se mantuvo imbatido durante la friolera de 32 años. Ahora, el piloto alemán recuerda ese momento en la revista Christophorus de Porsche.

Todo sucedió a mediados de los 80, cuando la marca alemana desarrolló los Porsche 962 y 962 C. Se trata de modelos que cosecharon grandes triunfos, convirtiéndose en algunos de los coches de carreras más brillantes de la firma de Stuttgart.

Hans-Joachim Stuck en Le Mans

El Porsche 962 C fue el que pilotó Stuck en 1985, en un momento que todavía recuerda con gran detalle: “Llegamos a Le Mans con una preparación excelente. Yo estaba en boxes y nuestro ingeniero Walter Näher estudiaba lo que sucedía en la pista. Cuando me dieron la señal, salí a rodar para lograr el mejor puesto posible de cara a la carrera”, rememora.

Era el 12 de junio de 1985 y el objetivo era hacer la mejor vuelta posible. Para ello, tener un buen coche es esencial, así como un piloto de gran calidad. Tras esto, son necesarios otros factores para lograr hacer algo inmejorable. En la película Le Mans ’66 o Ford v Ferrari, Ken Miles -interpretado por Christian Bale- habla de la vuelta perfecta. Pues bien, esto fue algo parecido a ello:

“Ahí estaba yo solo, al volante, con gasolina para tres vueltas y una clara misión por delante. Me dirigí a la salida, pisé el acelerador y todo salió a las mil maravillas. Casi no cometí errores, los puntos de frenada eran siempre perfectos”, señala el piloto.

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Tal y como recuerda Hans-Joachim Stuck, el Porsche 962 C de 620 CV le transmitía una gran confianza, en parte por su capacidad de soportar grandes aceleraciones laterales y por el beneficio del ‘efecto suelo’ de su aerodinámica. Aun así, era una tarea complicada, porque “tenía que volver a boxes sin daños y, al mismo tiempo, conducir al límite”, comenta.

Sin duda, era un trabajo de equilibrio y precisión, como realizar un combate de kárate sobre una cuerda de equilibrio. Sin embargo, todo salió de maravilla y el entonces piloto de 34 años firmó el mejor tiempo en los 62 años de las 24 horas de Le Mans: 3:14,8 minutos, con un promedio de velocidad de 251,815 km/h.

Esto colocó al Porsche 962 C en una buena situación para la carrera, aunque Stuck y su compañero Derek Bell acabaron en tercera posición. Finalmente, lograron vencer en el mundial de pilotos, pero lo más sorprendente fue ese récord que nadie fue capaz de superar.

Cinco años después, en 1990, se decidió instalar dos chicanes en la recta de Mulsanne por motivos de seguridad. Así, parecía que el récord iba a permanecer imbatido y así fue durante 32 años. Sin embargo, nada dura para siempre.

En 2017, Kamui Kobayashi logró superar el tiempo de Hans-Joachim Stuck por poco, marcando 3:14,791 minutos. Una diferencia pequeña, sí, pero suficiente para batir una marca que parecía que iba a permanecer intacta para siempre. El propio Stuck vivió ese momento y, si bien fue una lástima que alguien superara su tiempo, valora lo que supone:

“Duró nada menos que 32 años. Cuando pienso en que alguien lo ha hecho aún más rápido en un coche moderno a pesar de las nuevas chicanes, me digo: ¡es increíble!”, declara.

Así fue como aguantó durante tres décadas un tiempo espectacular en Le Mans, el cual fue el resultado de una compenetración perfecta entre la máquina y el piloto. Fue superado, sí, así como el actual será mejorado por alguien en el futuro. Sin embargo, serán vueltas que siempre formarán parte los mejores momentos de una de las grandes pruebas del automovilismo.