"El espectacular crecimiento que hemos visto en la venta de coches eléctricos en los últimos años no puede mantenerse. Simplemente, no es posible". Así de tajante se mostró Sam Fiorani, vicepresidente de previsión global de vehículos de AutoForecast Solutions. "Cuanto más subamos en esta curva de crecimiento, más difícil será llegar al siguiente nivel".

Y es que, según recogen nuestros compañeros de Business Insider, en los últimos años los coches eléctricos han pasado del 1% al 6% de todas las ventas de vehículos el año pasado, y van camino de sobrepasarlo en 2023, con casi el 9% de las ventas a particulares solo en junio, según datos de JD Power.

Como los fabricantes han visto que los clientes han apostado por este segmento, también han incrementado sus objetivos. De esta manera, Tesla quiere producir dos millones de vehículos por primera vez este año. Por su parte, Ford anunció que este año iba a fabricar 600.000 vehículos eléctricos. También GM tiene previsto producir unos 150.000 vehículos de cero emisiones en 2023.

Pero esta fiebre por los eléctricos tiene su parte negativa.Según algunos analistas, a medida que la industria se queda sin entusiastas adoptadores tempranos, se barrunta un posible estancamiento del segmento. 

Las primeras señales de esta coyuntura se vieron el pasado mes de julio. Fue ahí cuando los concesionarios Ford informaron a Business Insider de que habían tenido que renunciar a las reservas del Mustang Mach-E. (La compañía estadounidense tuvo que reajustar sus objetivos de producción para igualarlos con los de las demandas).

Se avecinan más tormentas sobre todo en la transición de los primeros compradores, que sufrirán más peculiaridades de propiedad y problemas de calidad, a compradores más normales y prácticos. Las previsiones no son nada halagüeñas porque a medida que esta nueva generación de compradores de coches eléctricos entre en el mercado, las empresas no podrán hacer frente a la demanda.

"Es lo más parecido al Salvaje Oeste que ha vivido este sector desde los años 20", argumentó Fiorani.

Y es que entre que hay mucha competencia y que se han frenado las ventas momentáneamente, la avalancha de nuevos coches enchufables ha provocado una acumulación en los concesionarios. En junio, había el doble de coches eléctricos que de gasolina en los concesionarios.

Parece que el tope del mercado se va a situar entre el 7 y el 10%, según los analistas consultados, también dependiendo de las regiones del planeta de las que hablemos pero el baremo estimativo es ese. "Y luego se hará más difícil crecer más", señaló Karl Brauer, analista de iSeeCars.