El suspense de algo llamado a ser revolucionario, el revuelo mediático de lo que parece un descubrimiento trascendental para la humanidad (que no lo es) ha llevado a Tesla a blindar la comercialización de su nuevo producto, el Cybertruck, que tanto tiempo lleva entre bambalinas y todavía no ha salido a la calle. 

La tan ansiada y cacareada entrega de la nueva camioneta eléctrica podría dar suculentos ingresos a los primeros clientes que han reservado su unidad en caso de que la revendan. Por esta razón, la compañía estadounidense pretende ponerle veto a esta situación y ha amenazado con demandar a los propietarios que vendan su vehículo antes de un año.

La firma lo ha desvelado en un mail que ha enviado a sus compradores que, debido al complejo proceso de producción de este modelo, se va a hacer un número limitado de entregas por lo que pide a todos sus adinerados parroquianos que no aprovechen la coyuntura para vender sus camionetas antes de que cumplan un año en su propiedad. Sólo una causa justificada podría evitarlo.

La empresa que dirige Elon Musk se reserva un derecho de compra preferencial, por lo que el cliente deberá notificar a Tesla por escrito su intención de venta. Tendrá que considerar una estimación de venta del precio de compra menos 25 centavos de dólar por kilómetro recorrido. 

Si eres un insensato y optas por vender tu nuevo Cybertruck te arriesgas a que Tesla pueda presentar una demanda por valor de 50.000 dólares,  y por si fuera poco, te meterá en una lista negra por la que, en un futuro, no podrás comprar más vehículos de la compañía americana. Así es el amigo Elon...

Si te estás preguntando por qué la firma californiana no quiere que sus clientes revendan su modelo estrella es tres motivos: El primero, porque quiere mantener bajo control el uso y el tipo de comprador de esas primeras unidades, que marcarán el resultado y la imagen del Cybertruck. 

Y si las personas que han reservado se consideran entusiastas de la marca, te aseguras un resultado más indulgente. Este planteamiento ya se realizó con el Model 3, cuyas primeras unidades fueron a manos de empleados de Tesla y SpaceX.

El segundo, porque dilatas que esos modelos lleguen hasta la competencia, que en un movimiento muy manido dentro de la industria automovilística, despiezan estos vehículos para llevar a cabo la ingeniería inversa. 

El tercer motivo obedece a la publicidad, de la que Musk es un mago. Estas acciones le van a dar mayor valor a la flamante camioneta y, a su vez, llenarás chats, redes sociales, blogs y portales de Internet con comentarios sobre el Cybertruck. Y eso vende más que cualquier anuncio...

Aun así, pasado el año de propiedad, los clientes ya podrán vender su modelo, con lo que sólo retrasa esa posible transacción. Además, los dueños tendrán la opción de firmar un acuerdo de alquiler durante un año con cláusula obligatoria de venta al final de esos 12 meses. Por lo que Tesla ahí está con las manos atadas. 

El modelo, que se estima que tenga un coste de 400.000 dólares (374.531 euros), ya tiene un millón de pedidos, pero la compañía dice que la capacidad de producción será de apenas 125.000 unidades al año. Espera sentado...