El Alfa Romeo Giulietta Sprint cumple 70 años de tradición deportiva

El Alfa Romeo Giulietta Spring es probablemente uno de los coches más importantes de la marca italiana. Cumple 70 años y sigue siendo todo un clásico.

Es uno de los coches clásicos italianos con los que sueñan los amantes de los deportivos. El Alfa Romeo Giulietta Sprint cumple 60 años y se declara como uno de los vehículos más importantes de la casa milanesa. Con él, empezó el ascenso del fabricante.

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Fue el inicio de la producción de coches en serie por parte de Alfa Romeo, pero también marcó la tradición de colaborar con diseñadores de todo tipo y carroceros muy relevantes en las décadas posteriores, como Carrozzeria Bertone o Ghia.

Un coupé 2+2 elegante y con carácter

El Alfa Romeo Giulietta Sprint fue presentado en el Salón del Automóvil de Turín de 1954 y se fabricó hasta 1965. Una década en la que el modelo coupé fue el tercero más vendido con más de 27.000 unidades, por detrás de la berlina y el Giulietta TI.

En aquella presentación en Turín se realizaron unos 700 pedidos, lo que fue todo un éxito para los comienzos del vehículo. Montó un motor de 4 cilindros en línea carburación de 1,3 litros que desarrolló hasta 90 CV con el Giulietta Sprint Veloce y 116 CV posteriormente con la versión Speciale y del carrocero Zagato.

En total se construyeron más de 130.000 unidades en la fábrica de Portello en Milán y hubo dos restyling: el primero en 1959 con un nuevo frontal, ubicación del tanque de combustible e interior. El segundo, en 1961, centró sus esfuerzos en renovar las motorizaciones y sumar algo más de potencia a las diferentes versiones.

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La gran curiosidad fue que las primeras 1.000 unidades aproximadamente se fabricaron a mano, con la inestimable ayuda de Bertone y Ghia en cuanto a las carrocerías y a multitud de componentes. Aunque poco después se instaló el sistema de producción en serie que permitió a la modesta marca cubrir una amplia producción en la década posterior.

Gracias a otros carroceros como Pininfarina, en 1955 apareció el modelo descapotable y más tarde un modelo familiar de carrocería wagon, diseñado por Carrozzeria Boneschi. Si bien, los más bellos siempre fueron los modelos deportivos.

Con un chasis monoscasco, motor delantero y tracción trasera, se convirtió en una referencia para la época. Aunque siempre tuvo fama de frenar poco, debido a que la gran mayoría portaba cuatro frenos de tambor bastante delicados a altas velocidades. El Giulietta Sprint Speciale llegó a alcanzar 193 km/h de velocidad máxima con poco más de 110 CV de potencia.