¿De dónde viene la palabra Cupra, la futura nueva marca de Seat?

Cupra
Está ligada a la competición. Oh, yeah.

En realidad, queridos amigos y petrolheads variados, no hay mucho misterio. Os lo hemos contado un par de veces (lo que ocurre es que era necesario estar atento y saber leer entre líneas, así que quizá se os pasó): la palabra Cupra, como previsiblemente se llamará la nueva marca de Seat, viene de la competición. Es el acrónimo de Cup Racing (ahora todo cuadra, ¿eh?).

Los Seat Cupra nacieron en 1996, con el Ibiza Cupra 2.0 16v; tomaba como inspiración un coche gordísimo, nada menos que el Kit Car del Mundial de Rallys. Este vehículo pasó por las manos de Harri Rovanpera, entre otros, experto finlandés (como la mayoría de sus compatriotas) en hacer derrapar cualquier cosa con ruedas… pero de forma precisa, sin perder tiempo. Así comienza la historia de los Seat Cupra, hace poco más de 20 años y ligada a las carreras. Yeah.

Los modelos más afamados de la marca con este apellido son el Seat Ibiza Cupra (de momento, sin sustituto) y el Seat León Cupra (también se prepara un Seat Ateca Cupra, ojo), auténticos referentes por comportamiento, prestaciones y polivalencia, ya que son dóciles en el día a día y saben cómo hacer que te diviertas si les buscas las cosquillas. En resumen: son muy recomendables, según el barómetro de Top Gear, por si te lo estabas preguntando.

Las últimas noticias sobre esta saga dicen que Cupra podría convertirse en una marca aparte, separada de Seat, que relanzaría este nombre. Al parecer, la compañía registró a mediados de este año una serie de logos nuevos para el emblema y eso ha servido como ‘pista’ para elucubrar todo lo demás. La automovilística española ni confirma, ni desmiente, lo que sigue dando pie a rumores… En cualquier caso, se plantea una duda: ¿son suficientes unas ventas de unas 3.000 versiones Cupra al año para justificar la creación de esta filial deportiva? Quizá sí, ya que con las campañas de marketing adecuadas y un merchandising y actividades específicas, estas cifras subirían. No lo vemos descabellado, la verdad; Luca de Meo, presidente de Seat, ya lo hizo cuando en Italia separó Abarth de Fiat. Y ahora todos babeamos por uno de los escorpiones…