Porsche Cayenne Turbo GT: prueba de un aparato desconcertante

Prueba Porsche Cayenne Turbo GT 2021
Grande, potente, deportivo. Una locura

Puede que te llame la atención que haya denominado "desconcertante" a la prueba del Porsche Cayenne Turbo GT. Un coche de esos que no se olvidan. Un modelo único que viene al mundo a decir que es lo que es porque puede. Punto y final.

Y es que en ese mundo al que llega, quizá nadie nunca se había preguntado si era necesario un SUV de este tipo. Porque no solo se trata de un SUV deportivo. Se trata de un SUV "deportivo de verdad". Como podría ser un Porsche 911. En serio.

Vivimos en una época donde todo se difumina. Audi vende un familiar que en realidad es un misil de 600 CV y lo llama RS6. Rolls Royce vende un todoterreno para los que no quieren bajarse de un Phantom impoluto, sino de un Cullinan lleno de barro. Y así.

Y en esta época de medias verdades, de repente llega quizá el más sincero de todos: un Cayenne Coupé con cuatro plazas, un volante de Alcantara con una marca amarilla a las 12 en punto. Con ruedas de 22 pulgadas. Con un equipo de frenos cerámicos (PCCB) con discos de 440 mm (eso son 17 pulgadas de disco) y pinzas de 10 pistones delante. Con una puesta a punto tipo GT.

Cayenne Turbo GT: siempre enfocado a las prestaciones

Me lo dice la gente del equipo de desarrollo de esta locura. Empezaron hace tres años y escogieron la carrocería coupé no solo por la mayor deportividad en sí de su forma, sino porque se podían permitir el lujo de colocar un techo de carbono con el que se ahorran 20 kilos.

La reducción de peso también llega por el escape: Akrapovic ha desarrollado un sistema de titanio (el tramo final) que pesa 18 kg menos que el sistema habitual y que no tiene silenciador central. No solo es cómo queda la doble salida central: es cómo suena.

Prueba Porsche Cayenne Turbo GT 2021.
Prueba Porsche Cayenne Turbo GT 2021.

Porque la deportividad está presente. Tanto es así, que la primera parte de la prueba del Cayenne Turbo GT se desarrolla en el circuito de Gotlandring. Es un trazado en la isla de Gotland (Suecia) que no solo tiene la peculiaridad de ser el primer circuito sostenible del mundo, sino que también es largo: siete kilómetros repletos de cambios de rasante, curvas rápidas, dos tipos de asfalto... ¡hasta un salto!

Como es habitual en estos casos, tengo una liebre que me va a marcar la trazada. Un monitor de la escuela de pilotos de Porsche al volante de un 911 Turbo rojo. "Vamos a ir rápido", me dice con una sonrisa gigantesca, "así que no desconectes las ayudas". Empiezo a dudar que incluso el modo Sport Plus es demasiado... 

La primera vuelta es de aclimatación. Por radio me va contando cómo debería atacar cada curva. "Aquí a fondo". "Aquí levanta pero no frenes" ("¿En serio? Ni de coña"). "Aquí hay que entrar tarde". "Aquí pronto". "Esta zona de asfalto bacheado se hace a fondo". Pienso que igual no es muy buena idea meterme en este lío...

Pero ahí estoy, pisando a fondo en el circuito. Llego a final de recta rápido, a más de 200 km/h. Pienso que no voy a frenar, que no voy a entrar, que me voy a colar y que voy a salir mal. ¿Y sabes qué? Freno pronto, entro sin problema... y sí, salgo mal, pero porque me he inventado la trazada.

Empiezo a confiar mucho en este modelo de 2.200 kilos. En Stuttgart están convencidos de que es el fruto de la ingeniería, pero yo creo que tiene que ver con la magia negra. Negra como la carrocería en Negro Jet que avanza como un rayo en el circuito.

Para mí, la peor zona es una larguísima zona de curvas que se pasa a fondo. Está bacheada y al principio me da repelús, pero según me voy calentando voy subiendo la velocidad. La estabilidad lineal que proporciona la puesta a punto del chasis, las grandes ruedas de 22", los PZero Corsa, es más que sensacional.

Prueba Porsche Cayenne Turbo GT 2021

Lo mismo puedo decir de la dirección. Es rápida, precisa y con la asistencia perfecta para ponerle los puntos sobre las íes a los despistados que te miren mal cuando vayas a un track day con un... ya sabes: con un SUV.

Pero el nuevo Porsche Cayenne Turbo GT también está pensado para la carretera. De hecho, estoy casi seguro de que pasará la mayor tiempo de su vida (si no toda) entre el tráfico abierto. Y no defrauda.

Coches deportivos

Coches deportivos

Los coches deportivos nos hacen soñar despiertos: grandes prestaciones, promesa de sensaciones al volante, de una conducción sin igual. Los hay grandes, pequeños, bonitos, feos, caros y baratos. Pero todos ellos tienen en común una cosa: si merecen la pena, están aquí. ¡Sigue el link!

Salgo del circuito con las pulsaciones a tope. Una pasada, sin duda. Por eso, no me viene nada mal un poquito de relax. Activo el modo Normal y parece que me quedo sordo. En comparación con Sport Plus, todo lo noto suave, silencioso. Como si de repente me hubiera subido en un Panamera con un hipotético modo Ultraconfort.

Además, las carreteras de los alrededores del circuito invitan al relax. Son estrechas, sin arcén y con límites de velocidad de 90, 80 e incluso 30 km/h. Y están repletas de turistas practicando deportes de todo tipo, desde cicloturismo hasta patinaje con bastones (supongo que entrenando para la época del esquí de fondo cuando lleguen las nieves).

Incluso para el día a día

La prueba del Porsche Cayenne Turgo GT cambia. Ya no estoy al volante de un deportivo rabioso. Si no fuera porque todo es un poco más duro de lo normal, podría pensar que conduzco un Cayenne: es suave, es amable, es cómodo.

En zonas bacheadas, la carcasa de los neumáticos me indica que los PZero Corsa van mejor en circuito, pero en general podrás ir de A a B con acompañantes y su equipaje sin temor a que te odien cuando bajen del coche.

De hecho, decido hacer la conducción un poco más disfrutona y activo el modo Sport para que todo sea más directo. Quizá está de más en una carretera como las que pueblan Gotland, pero no deja de ser uan gozada escuchar el escape deportivo lanzar de vez en cuando un rugido o petardear en alguna reducción cuando llego a alguna de las pocas curvas cerradas de ña isla.

En definitiva, creo que he probado un coche que no se olvida. El Porsche Cayenne Turbo GT es el GT3 de los SUV. Un deportivo con mayúsculas que, una vez más, rompe la frontera entre lo que eres y lo que la gente espera de ti. Un 4x4 con modo offroad que es capaz de hacer el mismo tiempo en Nürburgring que un Ferrari 458 Italia. Un coche que con el tiempo se convertirá en un clásico. Ya lo verás.

Prueba Porsche Cayenne Turbo GT

Nuestro veredicto

10