Si tienes un Ferrari SF90, puede que sea recomendable que no lo conduzcas durante un tiempo, ya que la marca italiana ha llamado a revisión a 614 unidades por una grave avería en el motor. Se trata de un problema con un conducto defectuoso que afecta a todos los vehículos, salvo a los fabricados a partir del 20 de septiembre de 2023.

Como ha sucedido en otras ocasiones similares que han tenido a otros modelos como protagonistas, Ferrari detectó un fallo por casualidad. Según ha señalado la marca, al revisar una unidad de preproducción de un coche que no han querido concretar, detectaron una fuga en un conducto de aceite.

En concreto, se trata de un conducto que alimenta al turbocompresor del Ferrari SF90 y que también utiliza este deportivo misterioso. El caso es que este elemento presenta una muesca inesperada que ocasiona una pérdida de aceite y puede dar lugar a una avería mayor e incluso a un incendio, aunque no se ha registrado ningún fuego por este motivo aún.

Por ahora, según se señala en el documento que la marca italiana ha remitido a la NHTSA -organismo equivalente a la DGT en Estados Unidos-, se ha podido ver que este fallo ocasiona una luz de advertencia y un mensaje de rendimiento limitado del motor. Si algún usuario ha experimentado lo mismo, debe acudir inmediatamente a un taller oficial, por supuesto.

Sea como fuere, se recomienda que todos los propietarios contacten con un concesionario o con la NHTSA para que Ferrari sustituya este conducto, ya que es un problema que afecta a todas las unidades fabricadas a partir del 20 de septiembre de 2023. Esto incluye a las versiones Stradale y Spider de este superdeportivo.

De esta forma, se concreta que se han llamado a revisión a 614 unidades del SF90, un superdeportivo híbrido de 1.000 CV de potencia, capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos y de alcanzar 340 km/h de velocidad máxima. Una bestia, sin duda, pero que tendrá que permanecer parada hasta que se solucione esta avería.