Verdad o mentira, ¿saltaba el turbo del Renault 5 en plena curva?

Renault 5 GT Turbo
El padre de todos los bulos.

El turbo del Renault 5 saltaba en mitad de la curva y la gente se empotraba contra un árbol. ¡Qué levante la mano quien nunca ha escuchado esta historia! Si alguien la levanta, que deje de mentir: todos la hemos escuchado alguna vez y es, sin lugar a dudas, uno de los bulos más extendidos y aceptados en nuestra cultura de coches en España

Sí amigos, es mentira, un turbo no puede entrar en acción si no se está acelerando. Simplemente por reducir, aunque superes las 3.500 vueltas, el turbo no entrará en acción si no presionas el acelerador. Es así de sencillo, aunque tranquilo que te voy a explicar el origen del bulo y por qué se decía eso de este Renault tan especial. 

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Un turbo es una herramienta con un cometido: comprimir el aire y forzarlo al interior del cilindros para generar una explosión más rica que genere una mayor energía. La turbina se alimenta de los gases de escape para girar y para poder entrar en funcionamiento, y esto es clave, se necesita un volumen de gases de escape suficiente para que el turbo haga su función de una manera efectiva, necesita girar a más revoluciones para generar más gases de escape. Si no existen estos gases el turbo no funciona correctamente y si no aceleras, estos gases no se producen. ¿Ves por dónde voy?

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Por mucho que un tipo en un Renault 5 Turbo redujese en plena marca y se superasen las 3.500 vueltas, momento a partir del cual entraba en juego el turbo, si no aceleraba, este no tiene manera de entrar, ya que no se producen suficientes gases de escape para poder entrar en funcionamiento. Entonces, ¿por qué siempre se ha dicho que al reducir en una curva entraba el turbo y te matabas en un R5?

Pues para entenderlo debes ponerte en la piel de los conductores de los años 80. Conducían pequeños coches con motor atmosférico de apenas 30, 40, 50 o 60 CV. Entiéndeme, coches con poco entusiasmo y en los que debías ir prácticamente todo el tiempo con el pedal derecho a tabla. El R5 Turbo es un coche exigente, lo es en los parámetros actuales pese a sus 112 CV y lo era entonces, desde luego.

Lo que causaba accidentes era su explosivo motor y, por supuesto, la ausencia de cualquier ayuda a la conducción. Si el conductor de la época se iba de tramo con el coche y conducía de la misma manera que conducía cualquier otro coche, es posible que al reducir en una curva, no dosificase de manera adecuada el acelerador: un pisotón demasiado pronto podía hacer que el turbo del motor entrase con rabia y el conductor perdiese el control del coche en plena curva. 

Así que no, un turbo no entra simplemente en el momento en el que el motor supera las 3.500 vueltas al reducir, por obra y gracia del espíritu santo. El R5 Turbo se bautizó como ‘matapijos’ y posiblemente la principal causa de su peligrosidad se debía a la combinación de un mal nivel de conducción con un comportamiento explosivo y radical del coche. El turbo en la época era algo nuevo y no todo el mundo tenía las suficientes manos para llevar un coche así al límite en una carretera de curvas.