Dos Porsche 911 suben al volcán más alto del mundo, en Chile, a más de 6.000 metros de altura. Y no, no es la primera vez que este entorno, nada apto para el humano por su gran altitud, se convierte en escenario de una prueba de conducción. Eso sí, nunca antes habían llegado hasta allí con dos coches que no fueran todoterrenos. Pues en este caso hablamos de dos Porsche 911. Eso sí, son prototipos especiales creados específicamente para la ocasión.

Y ha sido gracias a un equipo liderado por Romain Dumas, piloto francés de competiciones de resistencia. Dumas ganó las 24 Horas de Le Mans en 2010, 2013 y 2016, y es un aventurero inconformista. El mismo quiso averiguar el potencial de este Porsche fuera de la carretera y los circuitos, y propuso llevarlo a uno de los lugares más duros del mundo. Eligieron la cumbre de Ojos del Salado, en Chile, el volcán más alto del mundo y un lugar donde pocos coches han llegado.

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“Ha sido una aventura memorable y especial, en un lugar tan hermoso como brutal. Supongo que hoy las únicas máquinas en todo el mundo que iban más altas que las nuestras eran los aviones. Para el equipo se trataba de aprender y, desde el primer momento, el coche se ha visto que era resistente y ágil. Fuimos muy exigentes y lo exprimimos al máximo desde el principio, pero se comportó como si estuviera en casa”, explicaba Dumas al terminar. “A pesar de la gran cantidad de hielo y nieve en la cima del volcán, subimos a más de 6.000 metros, hasta el punto en el que las paredes heladas nos impidieron avanzar más. Estamos muy orgullosos de lo que el 911 ha sido capaz de conseguir por primera vez; ojalá tengamos la oportunidad de afrontar muchas más aventuras en el futuro”.

“Ha sido genial crear un 911 como nunca antes se había visto, un coche hecho posible por un pequeño equipo de entusiastas de la ingeniería. El 911 ya se ha probado a fondo en circuito y, por supuesto, en carretera, pero con este proyecto estamos cambiando el enfoque hacia terrenos inexplorados”, comentaba el ingeniero Michael Rösler, director de la Gama 911. “Probar nuestras teorías significa encontrar los entornos más duros posibles para ver si funcionan; y en el volcán más alto del mundo lo hemos conseguido”, concluía hablando de este reto para el automóvil.