La era digital trae consigo muchos avances que, a su vez, pueden conllevar mejoras en los servicios y, otras, dudas y críticas. La Dirección General de Tráfico está inmersa en un proceso de cambio digital tanto en su web como en su app, MiDGT con el objetivo de facilitar cualquier trámite a todos los ciudadanos que requieran de sus servicios.

El órgano rector del tráfico en España está ampliando regularmente el número de trámites que se pueden llevar a cabo por ellas, así como la información disponible sobre los conductores. Este último término es motivo de polémica entre los usuarios.

Desde principios de 2020, la aplicación miDGT está funcionando con acceso privado y restringido. Desde ella, cada conductor puede acceder a un histórico que abarca multitud de aspectos relacionados con la conducción como la ITV, los distintivos ambientales, el seguro del vehículo o consultar, reclamar o pagar multas.

Dentro de los múltiples accesos que puedes ver también está el número de vehículos que has tenido a lo largo de tu vida, cuáles son los carnets de conducir de los que dispones o si ha te han deshabilitado alguno por falta de puntos...

El problema radica cuando nos enteramos que también hay información sensible que es probable que no nos guste que figure en esa aplicación. Quedan registradas todas las sanciones que has recibido desde que te sacaste el carnet por primera vez hasta la actualidad, así como los movimientos de puntos que hayas tenido, (ya sean los que te han quitado como los que has recuperado).

Si lo piensas friamente, esta situación no debería suponer ningún dilema, ya que está ubicada en una plataforma en la que se incluye toda la información existente de una persona como conductor. La ventaja es que se encuentra en un lugar privado al que solo puede acceder esa misma persona con sus propias claves, por lo que, en principio no es información pública.

Pero como todo en Internet es susceptible de tener brechas de seguridad ha habido usuarios que ya han mostrado su disconformidad porque esa información esté reunida en alguna ubicación de la nube. De suceder esa grieta podrían salir a la luz datos importantes y que a otros usuarios no les compete.

Pero aun hay más, ya que hay ciudadanos que van más allá y que implican a las aseguradoras. Los usuarios se plantean si en un futuro estos datos podrían ser reclamados por las aseguradoras con el fin de estudiar el historial de cada conductor. De esta manera, podrían establecer para sus vehículos unas tarifas u otras del seguro dependiendo de su historia como conductor.