¿Sabes cuál es el mejor método para calentar el motor del coche?

Motor Honda Civic Type R 2017
Un buen acelerón en frío es lo mejor. NO.

Si te apasiona cuidar de tu vehículo y quieres darle siempre los mejores mimos, esto te interesa: ¿sabes cuál es el mejor método para calentar el motor de tu coche? A pesar de que existen muchos falsos mitos sobre el tema la mejor solución es, como siempre, recurrir al camino de la lógica. Salvo que estés deseando empotrarle el bloque del Civic Type R a tu cepo y no sepas qué excusa poner, claro. 

Así coge temperatura un motor en invierno... ¡visto a través de una cámara térmica!

¿Dedicas cada mañana algunos minutos a esperar dentro de tu garaje -o en la calle si aparcas tu coche allí- a que el bloque consiga llegar a su temperatura de servicio mientras miras hacia el infinito preguntándote por el rumbo que sigue tu vida? Es más que probable que creas que así estás haciéndole un favor a tu colega con ruedas... pero lo cierto es que estás cayendo en un error. De los gordos. Aunque de toda la vida se ha creído que era un buen método para calentar el motor de tu coche sin hacerlo trabajar en exceso, la palabra de los expertos es clara: mal. Muy mal hecho. 

¿Cómo debes calentar el motor de tu coche? 

Por mucho que te resistas a creerlo, el mejor truco para calentar el motor de tu vehículo es, sencillamente, comenzar a rodar con él. Vale, sé que ahora mismo estarás arqueando una ceja, pero es así: lo ideal es que lo pongas en marcha y esperes un tiempo prudencial para que el sistema de lubricación haya alcanzado las partes más sensibles que componen el corazón de tu automóvil... que no es mayor del que necesitas para quitarte el abrigo, ponerte el cinturón de seguridad y elegir tu emisora de radio favorita. Sí, después de unos 30 segundos deberías emprender la marcha. Con suavidad y siendo consciente de que el refrán ‘un corte al día previene la avería’ quizá no sea tan incontestable como parece. 

La gran duda: ¿diésel o gasolina?

Al hacer trabajar tu mecánica al poco tiempo de arrancar estarás consiguiendo dos cosas: por un lado, esta alcanzará antes su temperatura óptima de funcionamiento que si la mantuvieras reposando a ralentí durante varios minutos y, por otro, favorecerás que la mezcla de aire y carburante sea la adecuada evitando así que un exceso de combustible en la ecuación produzca daños que, a largo plazo, podrían provocar serias averías en el motor (aquí tienes también las averías más caras de un coche). Cada coche es un mundo y es imposible establecer una relación para todos pero, como orientación, podrías procurar no pasar de las 2.500 revoluciones si te encuentras a lomos de un modelo de gasolina y de las 2.000 si hablamos de un artefacto movido a gasóleo. Siempre con aceleraciones suaves y progresivas que no lo obliguen a entregar su fuerza repentinamente. 

Como ya te habrás imaginado, en esta ocasión lo mejor es seguir tu propio instinto... y hacerle caso a tu oído: presta atención a los mensajes que te envía tu vehículo y entenderás cuál es el mejor camino para calentar el motor de tu coche. Ah, sí: olvídate de eso de darle un buen acelerón al ponerlo en marcha o justo antes de apagarlo. Estoy convencido de que se trata de un bulo que en su día extendió el gerente de un concesionario. ¡Ay!

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