Ford dice adiós al Fiesta, "el coche de la gente"

Todas las generaciones del Ford Fiesta

Gustavo López Sirvent

El mítico coche, que nació en la planta de Almussafes, Valencia, se despide tras 47 años para dejar espacio a los coches eléctricos en la factoría de Colonia, Alemania. 

La festividad del 7 de julio, San Fermín, servirá para señalarla en el almanaque como el fin de la producción de un mito: el Ford Fiesta dice adiós. Tras 47 años, la marca estadounidense ha decidido prescindir de un modelo exitoso que ha transportado a 22 millones de personas en todo el mundo siendo un referente, sobre todo en España. 

La masificación de coches eléctricos, híbridos o híbridos enchufables ha matado a un vehículo que la marca no ha querido modernizar y ha optado por otros modelos como el Puma eléctrico, que le sustituirá. Hace más de ocho meses que Ford tenía tomada la decisión puesto que  necesitaba liberar espacio en su fábrica en Colonia, Alemania, para construir el Explorer eléctrico.

“Decidimos construir nuestro primer vehículo eléctrico de gran volumen aquí en Colonia”, dijo el año pasado el gerente general de Ford Model Europe, Martin Sander. 

El CEO de la marca en el Viejo Continente señaló que la falta de espacio en la planta de Colonia ha conllevado a esta decisión. “Llega el punto en que necesitamos el espacio para la construcción, porque estamos convirtiendo la planta de Fiesta en una planta totalmente eléctrica a batería. Es por eso que tuvimos que tomar la decisión de detener la producción del Fiesta”.

Además, el Fiesta no es el único Ford del que se va a prescindir en la nueva era eléctrica de la firma americana. El fabricante de automóviles también ha confirmado que la producción del Focus cesará en 2025.

La historia del "coche de la gente"

El nacimiento del Fiesta se produjo como respuesta a un mundo en el que los conductores reclamaron automóviles más pequeños que consumieran menos combustible. La crisis del petróleo de 1973, originada por la negativa de los países de la OPEP a vender petróleo a aquellas naciones que apoyaron a Israel en la Guerra del Yom Kipur, fue el detonante para subir los precios del carburante.

Por esta razón, Ford fabricó el Fiesta, que llegó a las carreteras del mundo en 1976. Se trataba de un coche económico (salió al mercado a un precio de 125.000 pesetas, menos de 1.000 euros, cuando a día de hoy su versión más barata se comercializa por más de 21.000 euros) y pequeño. Para su fabricación, la compañía eligió la planta que estaba levantando en Almussafes, Valencia.

Desde la planta valenciana se han ensamblado más de cinco millones de unidades del Fiesta, que estuvo en producción allí hasta 2012. Posteriormente, pasó a fabricarse en la fábrica de Colonia, de la que hoy se despide definitivamente. 

En 1983 fue el primer coche pequeño en tener un motor diésel y seis años más tarde, en 1989, fue el primer turismo en incluir de serie el sistema de frenos ABS y el airbag, dos elementos que mejoraron sensiblemente la seguridad en la conducción.

Ahora, tras siete generaciones, Ford lo despidió en un vídeo como “el coche de la gente”.