¿Sabes cómo conducir con hielo y nieve? Aquí te dejamos diez consejos

Guardia Civil en la nieve

Gustavo López Sirvent

Las temperaturas están bajo cero en muchos puntos del país y la nieve y el hielo han hecho acto de aparición. Si no te queda más remedio que circular con ese tipo de condiciones meteorológicas adversas sigue leyendo para que te sea más fácil afrontar tu trayecto con más facilidad.

En gran parte de nuestra geografía las temperaturas se han desplomado y la nieve y el hielo se han apoderado de muchas carreteras. Hay mucha teoría sobre cómo conducir con ese tipo de inconvenientes en las vías, pero ¿se aplica? Por esta razón vamos a salir de dudas por si tienes que circular en estas condiciones meteorológicas adversas.

Te vamos a dejar diez consejos que ha facilitado la Fundación de la Confederación Nacional de Autoescuelas (FCNAE), que pide "extremar la precaución" ante este tipo de circunstancias y que apliques el sentido común, que será tu mejor aliado.

  1. Conducir solamente los trayectos estrictamente necesarios siempre tras conocer el parte meteorológico y los avisos de la DGT sobre el estado de las carreteras cercanas. Si se puede, la mejor opción es evitar conducir en caso de que nieve o hiele. El pavimento estará deslizante, la visibilidad será reducida y las carreteras pueden estar cortadas.
  2. Lleva siempre contigo rascador y cadenas. El rascador para limpiar el parabrisas completo, no sólo la parte del conductor, también ventanillas y luna trasera, para garantizar la mejor visibilidad posible, antes de ponerse al volante. No intentes descongelar el parabrisas rociando agua caliente sobre el mismo porque se consigue el efecto contrario. 

Tampoco salgas a la carretera sin las cadenas en el maletero del vehículo. Y, por supuesto, viaja con un cargador para el dispositivo móvil, agua, algo de comida, suficiente ropa de abrigo y una manta, ante la posibilidad de vernos temporalmente inmovilizados.

3. Monta neumáticos de invierno para proporcionar mayor agarre con temperaturas inferiores a 7ºC.

4. Reduce considerablemente la velocidad, ya que la falta de adherencia del neumático al firme puede hacer que, a tan solo 20 km/h se salga de la vía en una curva con hielo.

5. Cuando se conduce sobre nieve o hielo es muy difícil mantener la trayectoria del vehículo, incluso a bajas velocidades (especialmente sobre hielo). Por eso, el conductor ejecutará las maniobras de manera progresiva y sin brusquedades. La dirección, los frenos, el acelerador, etc, deben utilizarse con suavidad.

6. Aumentar la distancia de seguridad. Sobre hielo, el vehículo puede llegar a necesitar hasta 10 veces más espacio para detenerse.

7. El que necesite poner cadenas, debe saber cómo hacerlo. Lo mejor es que utilices guantes y practiques antes de salir de casa. Las cadenas se sitúan en el eje motriz. 

8. En caso de nevada, es obligatorio encender, al menos, la luz de posición y cruce. Además, si el vehículo tiene luz antiniebla delantera, es aconsejable encenderla también. Eso sí, está prohibido usar la luz antiniebla trasera, ya que sólo en el caso de fuertes nevadas es obligatorio encenderla. Se apagará cuando exista riesgo de deslumbramiento, por ejemplo, en vías urbanas con retenciones.

9. Al conducir sobre nieve: circular por las roderas que haya dejado otro vehículo cuando haya suficiente nieve en la calzada. En caso de poca nieve, circular por fuera de las roderas, pero paralelamente a su trazado. Además, los conductores deberán circular a poca velocidad y mantenerla (siempre que se pueda), evitando acelerar y frenar en lo posible. 

Si fuera necesario frenar, siempre es mejor realizar desaceleraciones suaves (sólo levantando el pie del acelerador). Si la frenada es más fuerte, es mejor utilizar el freno con suavidad (que actúa sobre las cuatro ruedas) que una retención brusca del motor (que sólo frena dos ruedas).

10. Al conducir sobre hielo, el conductor tiene que saber que es prácticamente imposible conseguir manejar el vehículo con seguridad. Si el hielo aparece poco a poco sobre el pavimento, la dirección del vehículo estará excesivamente blanda. 

Al iniciar la marcha sobre una placa de hielo, se intentará arrancar con marchas largas, aceleraciones muy suaves, intentando no tocar el freno, girando la dirección con suavidad, en definitiva, la conducción debe ser suave.