Los tres Opel deportivos más icónicos de la historia

Opel GT

Con sus virtudes y defectos, fueron grandes coches

Una marca con una trayectoria como la de Opel tiene una larga lista de modelos en su historia y algunos de ellos han acabado siendo legendarios. Podríamos hablar de muchos, pero hoy nos centraremos en aquellos que estaban destinados a ofrecer más emoción al volante. Estos son los tres Opel deportivos más icónicos de la marca alemana.

Sí. Aunque ahora la firma del rayo se enfoque en crear SUVs, compactos o urbanos más enfocados a la eficiencia -como es tendencia en el automovilismo-, durante años también exploraron su lado más deportivo. La marca llegó a estar muy presente en algunas disciplinas deportivas y creó algunos coches que siguen siendo sorprendentes en la actualidad.

Opel GT

Probablemente, el deportivo más representativo y especial de la marca. Nació en 1968 y sorprendió a todos con un diseño de lo más atractivo, con unas líneas muy estilizadas y unos faros escamoteables que se abrían de lado. Se vendió hasta 1973 y se fabricaron más de 100.000 unidades durante su vida comercial. 

Eso sí, su historia no se quedó en las variantes de producción, ya que se crearon coches especiales como el Opel 'Elektro GT', un prototipo eléctrico que llegó a establecer seis récords mundiales en 1971. Sí, el GT volvió al mercado a mediados de los 2000, pero no pudo ser tan especial como su predecesor.

Opel Manta

Entre los años 70 y 80, el Opel Manta era un orgullo para la marca. Nació como el competidor del Ford Capri, por lo que también era un coupé de corte deportivo. En sus primeras versiones contaba con unos 105 CV y podía pasar de 0 a 100 km/h en 12,5 segundos

Con los años, el coche fue evolucionando y creciendo, pero siguió siendo un modelo mítico. De hecho, el Manta GSi y las preparaciones de Irmscher de los 80 han sido durante años el sueño de los fans de este modelo. Ahora regresará a la línea de Opel, pero su parecido con el modelo original se queda en el nombre: será un crossover eléctrico. En serio…

Opel Kadett GSi

Lo cierto es que casi cualquier Opel ‘GSi’ es especial. Con esta denominación nacieron versiones del Corsa o el Manta, pero el Kadett GSi está en otro nivel. Como os contamos en su historia, llegó en 1984 y revolucionó el mercado con un motor de 1,8 litros con 115 CV. Con él, podía superar los 200 km/h, algo que no podía lograr cualquiera en ese momento, menos aún con un motor tan ‘pequeño’.

Eso sí, la cosa fue más allá. Dos años después se ofreció también con carrocería de 5 puertas y la potencia se aumentó a 130 CV, así como en 1987 se montó un motor de 2 litros con 16 válvulas que ofrecía 156 CV. Aquí, el coche ya podía pasar de 0 a 100 km/h en 7,7 segundos, convirtiéndose en una máquina muy seria del momento.

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