Uber cobra a un usuario 12.000 euros por un viaje de 20 minutos en Toronto

Uber
Pasa del taxi, decían. Sus precios siempre son más caros, decían...

¿Te has aburrido de ir siempre de taxi en taxi y prefieres probar con algo nuevo? Quizá puedas echar mano de alguna de las nuevas aplicaciones para el transporte de pasajeros... aunque quizá compense más ir andando: Uber cobra a un usuario 12.000 euros por un viaje de 20 minutos en Toronto. Sí, a la compañía que tuvo entre sus filas a un conductor que apuñaló a un pasajero por no respetar a su vehículo no dejan de crecerle los enanos. Y van... 

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Aunque te parezca absolutamente increíble, lo que acabas de leer es real: según se ha conocido a través de Twitter, Uber -aquí los coches que nos gustaría ver en la app- realizó un cargo algo exagerado a unos de sus clientes tras darle servicio el pasado 8 de diciembre. ¿Cuánto de exagerado? Unas mil veces: según cuenta el propio afectado, el viaje por el que fue cobrado un poco de más cuesta habitualmente unos 15 dólares canadienses -Toronto está en Canadá, melón-, que al cambio son algo menos de 10 euros. Por un error de la aplicación el coste de la maniobra fue algo superior... alcanzando los 18.515,80 dólares. Sí, traducido a euros es algo más de 12.200 -hay coches nuevos más baratos que eso- y es motivo suficiente como para sufrir un buen amago de infarto. 

¿Has flipado lo suficiente ya? Pues no has leído lo mejor: después de que Uber cobrase a un usuario 12.000 euros por un viaje de 20 minutos por una más que evidente confusión, la empresa se negó rotundamente a devolver el dinero al cliente que, alucinando, no dudó en hacer público su caso en las redes sociales a través de la cuenta de una amiga. Tras recapacitar un poco -y por aquello del qué dirán-, finalmente el dinero ha sido reembolsado y la compañía da el problema por zanjado, aunque esta anécdota sea una nueva gota de agua en un vaso a punto de rebosar desde sus inicios. ¿Qué opinas tú? A mí este tipo de cosas me hacen pensar en si realmente las empresas miran alguna vez por el cliente o sólo por su reputación en Internet. ¡Ay!

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