Este es el volante más caro del mundo…¡y también el más hortera!

Un ejemplo maravilloso del lujo soviético más recargado.

Dartz es conocida por crear bestias blindadas tan salvajes que son dignas de ser conducidas por el enorme Sargento Hobbs de Fast and Furious. Coches dignos de oligarcas rusos o antiguos dirigentes del partido comunista, con un nivel de imagen, protección y lujo ostentoso al máximo nivel. Pues bien, hoy nos presenta su nueva creación: el volante más caro del mundo.

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Se trata del volante de un nuevo proyecto basado en el Mercedes-AMG GLS 63, que bautizarán como ‘Black Alligator’, traducido como 'caimán negro': te puedes esperar lo peor. Será una versión con un kit estético imponente y con un interior completamente personalizado, con detalles de lujo clásico como el uso de oro o diamantes, así como la piel del citado animal.

Y para muestra un botón, o mejor dicho, un volante. Si el resto del coche es como este, prepárate para alucinar. Se trata del volante más caro del mundo y echando un vistazo a la galería y a sus características, no me extraña en absoluto. Está basado en el volante original del Mercedes pero con cambios importantes, como los mandos multimedia realizados en oro de 14 quilates, mientras que en la parte inferior dos rayas de oro de 18 quilates se encargan de decorar los radios.

Pero hay más, mucho más. Además de la tapicería de piel de caimán del mismísimo río Misisipi y su impresionante forma casi cuadrada, espectacular a la vista pero me parece que poco práctica, el protagonismo principal recae en el logo de la empresa. Está situado en el centro del volante y realizado en oro blanco acompañado de 292 diamantes y dos rubíes. Solamente el emblema cuesta más de 30.000 dólares, algo más de 27.000 euros.

Por supuesto es un volante único y, probablemente, irrepetible. Perfecto para aquellos que siempre buscan ir un paso más allá, aunque ese paso haga que cruces la línea entre el buen gusto y la ordinariez. Yo ya estoy deseando ver el resto del Mercedes-AMG GLS 63 Dartz Black Alligator, estoy convencido que mis ojos no opinarán lo mismo…