Alonso saldrá quinto en las 500 Millas de Indianápolis... A pesar de su motor Honda

Alonso Free Practice #1

Javier Prieto

Lo de Honda es para hacérselo mirar. Hay que regalarles una pata de conejo ya mismo a los japos.

Fernando Alonso saldrá 5º en las 500 Millas de Indianápolis después de lograr un promedio de 231,300 millas por hora (372,241 km/h) en la sesión de clasificación disputada ayer domingo en el famoso óvalo. Por cierto, si todavía no te aclaras con la competición yanqui, aquí tienes 21 claves para entenderla en un pispás.

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Volviendo a la posición en la segunda línea conquistada en el Fast Nine por el piloto español, ésta resulta especialmente meritoria si tenemos en cuenta que sufrió problemas mecánicos en su coche de la Indycar.

De verdad que lo del motor japonés con el asturiano ya es manía persecutoria. Pero, ¿no le puede dejar en paz al pobre hombre ni en Estados Unidos? Ayer, le jugó una nueva mala pasada cuando en la segunda vuelta se produjo una súbita pérdida de potencia.

Todo se debió a una sobrecarga que causó dicha disminución momentánea de rendimiento, suficiente para que Fernando Alonso no pudiera estar más cerca del primer puesto sellado por Scott Dixon (Chip Ganassi) con 232,664 millas por hora (373,631 km/h).

El ovetense lo explicaba así: "Tuve un problema de sobrecarga en la salida de la última curva en la vuelta dos y fue como darle al freno. Bajé una marcha y comencé a aumentar la velocidad de nuevo".

 "¡Crucé la línea de meta y pensé que iba a 225 milla por hora (362 km/h) o algo así! Casi fui al pit-lane porque pensé: esta clasificación ha terminado con este problema'. Pero estuve felizmente sorprendido con el tiempo final. Hoy el coche rindió mejor que ayer y éramos muy, muy competitivos, así que probablemente estuvimos muy cerca de la Pole Position hoy", concluyó.

Pero los quebraderos de cabeza del bicampeón de F1 no comenzaron en la pista, sino en el propio box. Allí el propulsor Honda de Fernando Alonso convirtió el garaje del equipo Andretti Autosport en una barbacoa.

Rápidamente lo reemplazaron, pero fueron tan justos que a punto estuvieron de no poder participar en la clasificación por no terminar de montarlo a tiempo. Y después de eso, la unidad de refresco también dio algunos problemas sobre el asfalto. Vaya tela con los de los ojos rasgados.

A pesar de todo, Alonso se sintió muy cómodo en el coche y dejó a los presentes alucinados con su destreza, aunque las diferencias de un coche de la IndyCar con la F1 son bastantes grandes.

Recuerda que el próximo domingo 28 de mayo disputará la carrera de la Indy 500. Suerte, maestro y al toro.