Es uno de los principales sellos de identidad de Audi: su tracción total quattro. Y en estas fechas cumple 40 años. Y como en Top Gear somos fans de la historia del automóvil y/o de algunos de sus sistemas y componentes más interesantes, vamos a repasar cómo y de dónde surgió. Y algo que pocos saben: El Volkswagen Iltis fue el precursor de la tracción integral de Audi.

Bueno, seguramente un poco antes, porque Hitler quería tener una especie de Jeep europeo, es decir, un vehículo multipropósito anfibio y con tracción a las cuatro ruedas, que reemplazara a los pequeños vehículos de transporte todo terreno que eran usados por varios de los gobiernos participantes.

Sobre el año 1938, Ferdinand Porsche recibió el encargo de desarrollar este tipo de vehículo militar, ligero y económico. Porsche comenzaría a trabajar así en el Kübelwagen, o Tipo 62 (después conocido internamente como tipo 82). Era un todoterreno con mecánica refrigerada por aire, pero con diferencial autoblocante ZF para aumentar su capacidad todoterreno. Pero a mediados de los 50, Volkswagen declinó la oferta del ejército alemán, por considerarlo un negocio no rentable.

Entonces, el ejército alemán compró miles de unidades del DKW Munga, un todoterreno ligero con motor delantero longitudinal, de dos tiempos, con tres cilindros en línea, de menos de un litro de cilindrada y unos 44 caballos de potencia.

El eje delantero enviaba su par motriz a través de una caja de transferencia central a las cuatro ruedas por lo que resultaba ser un 4×4 permanente.

El Munga se convertía en éxito instantáneo para el ejército de Alemania, que lo convertía en su vehículo ligero fundamental. Entre 1956 y 1968 se fabricarían algo más de 45.000 unidades.

La marca DKW pertenecía al conglomerado Auto Union, en aquel momento bajo el paraguas de Daimler (Mercedes-Benz). Volkswagen, ávido de incrementar su capacidad productiva, adquiría esta compañía en 1965, por supuesto, quedándose también con el Munga. Aprovecharon su tecnología y plataforma para crear el nuevo todoterreno que el ejército alemán demandaba a mediados de los 70.

Prueba Audi Quattro: porque por él no pasan los años...

Y así nació el Volkswagen Iltis, que pasó las pruebas del gobierno alemán con facilidad, y fue elegido sobre el también muy capacitado, pero mucho más caro, Mercedes-Benz Clase G. Esta victoria y el posterior encargo, llevó a la factoría de Ingolstadt a construir más de 8.000 unidades entre 1978 y 1988

Mecánicamente el tres cilindros de dos tiempos dejó paso a un mucho más fiable bloque de cuatro cilindros y 1,7 litros de 75 CV de potencia.

Y en lugar de ser un 4×4 permanente, se opta por una caja de cambios convenientemente modificada que, mediante unos mandos al lado del volante, puede conectar el eje delantero, que gira solidario al trasero (no hay lugar para un diferencial central). Además, el diferencial delantero también se puede bloquear, con lo que se maximizaba la capacidad de tracción.

Su capacidad offroad en Finlandia llamó la atención de un ingeniero de la marca que, a su vuelta, le comentó la posibilidad de adaptar este tipo de tracción a berlinas normales a Ferdinand Piech, el nieto de Ferdinand Porsche.

El Audi Quattro se presenta en el Salón de Ginebra de 1980. A partir de ahí, lo demás… es historia.