A modo de resumen rápido, este es el Ford Escort RS Turbo de la Princesa Diana. Uno de los coches deportivos más icónicos de Ford y que perteneció a una de las personas más famosas del mundo, al menos en el ámbito de las familias reales.

Se trata de un Escort exclusivo primera serie de la tercera generación, que fue construido con una especial atención por el equipo de ingeniería de vehículos especiales de la marca estadounidense. Y no penséis que salió de la fábrica y acabó en algún palacio o en un profundo aparcamiento privado...

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La Princesa Diana lo condujo en más de una ocasión. De hecho, en su cuadro marca una cifra de 40.000 kilómetros y está completamente intacto, incluido su motor de 4 cilindros en línea turbo de 1,6 litros con apenas 140 CV.

Un coupé que tal y como está el mercado de coches clásicos actual, superaría fácilmente los 20.000 euros, y que después de haber pasado por las manos de la princesa, será subastado por mínimo seis cifras. Todo acrecentado, claro está, por el gran enigma que envuelve al fallecimiento de esta influyente personalidad hace varias décadas.

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Debido a la simplicidad mecánica, potencia y posibilidades de modificación, actualmente los Ford Escort en versiones turbo o Cosworth, se suelen ver fácilmente en competiciones de rally y circuitos de todo el mundo.

Aunque los modelos estándar con motor 1.6 se pueden llegar a acercar a los 30.000 euros en buenas condiciones, los que incorporan el bloque 2.0 Cosworth con 227 CV a más de 6.000 rpm y tracción total permanente pueden llegar a encontrarse por un precio de 90.000 euros. ¡Toda una joya!