Prueba del Peugeot 308 2022 BlueHDi 130 EAT8: O el placer de volver a conducir un diésel

Prueba Peugeot 308 HDI 2022

Hemos probado este Peugeot 308 de gasóleo que entrega 130 CV con un motor 1.5

Dicen que la evolución es inherente a la vida. O avanzas o te estancas. Por eso, Peugeot ha apostado fuerte por romper con una imagen aséptica y apostar por una transgresora y seductora. Todo empezó con el Peugeot 508, a quien se le vio con nuevas luces diurnas LED. Éstas querían imitar los colmillos de un león (el de la marca) y los pilotos Full LED de formas tridimensionales. El ejemplo continuó con otros modelos como el 208 o el 2008 y los correspondientes restyling del 3008 y el 5008

Hemos probado el Peugeot 308 2022 BlueHDi 130 EAT8 y reconocemos que la firma nacida en Sochaux, Francia, ha logrado subir un peldaño más en calidad, diseño y tecnología. Quien junta estas letras para vosotros opina que es el compacto más atractivo del mercado en estos momentos.

El hecho de que gente andando por la calle se quede mirando este coche es sinónimo de que gusta, llama la atención. Su diseño es digno de contemplar, si bien también podemos pensar que el ciudadano de a pie se queda mirando porque se ven pocos modelos como éste en circulación. Aunque puestos a elegir me quedo con la primera opción.

La novedad más absoluta se apodera de este modelo de Peugeot. Se ha borrado de un plumazo cualquier resto de su antecesor. Tanto el logotipo de la parrilla como el capó así lo atestiguan. Además, en el capó se añade el número 308 como homenaje al 504 (el que tenía los ojos de Sophia Loren, decían los entendidos). Se ha buscado una resistencia aerodinámica mayor (0,28) a través de una altura baja y un parabrisas con ángulo inferior y retraído 10 cm. 

Un rasgo distintivo de este nuevo automóvil son las luces LED con forma de colmillo. Además, llegan de serie en el 308 desde la versión más básica. Si subimos algún escalón más en sus opciones encontramos las luces Matrix LED en los modelos GT y GT Pack

Si hay algo que me rechina la vista es la tan descarada como irrisoria moda de los escapes falsos. Aunque todo sea dicho, la zaga ha ganado en poderío con el nuevo paragolpes, mucho más potente, así como con los pilotos de tres barras de LED que le confieren una mayor inclinación. 

Hay detalles que no podemos pasar por alto y es que, al fin y al cabo, son los que hacen que destaque este vehículo. Nos detenemos en el techo descendente, los estribos laterales y las aletas, que son bastante amplias y que son el perfecto complemento a las llantas de 18'' -en el caso de la unidad que hemos probado-, aunque también hay de 16 y 17"-.

Prueba del Peugeot 308 2022 BlueHDi 130 EAT8

Peugeot parece que haya contratado a Richard Clayderman para diseñar su interior. Ya en el exterior afinaron al máximo, pero dentro han dado en la tecla, nunca mejor dicho. Digno de loa es la pantalla que hace de teclas de piano virtuales (i-Toggles), y con las que el afamado pianista disfrutaría. En ella podemos incluir seis accesos rápidos que elige el conductor, si bien la presteza de su ordenador no es muy allá... 

La pantalla de piano es la pareja perfecta de la que incluye el sistema de entretenimiento, que es de  10", y con el cuadro de instrumentos digital, también de 10 y que en los acabados GT y GT pack ofrece una visión 3D más que destacable.

La moda de que vayan desapareciendo los botones físicos también llega al 308, aunque tiene un espacio para algunas funciones importantes (pienso que es un error que haya desaparecido el sistema de mantenimiento de carril). Entre los botones que podemos clicar están las diferentes opciones del coche, del sistema de climatización, para desempañar el parabrisas y la luna trasera, para la recirculación del aire, para apagar y encender el climatizador y para las luces de emergencia.

Otro paso adelante ha llegado en los materiales que la compañía de Stellantis ha elegido. Los que monta en la parte de arriba y media del salpicadero tienen aspecto de goma y en el resto cuerpo Nappa. En el caso del modelo que probamos es Azul Naboo Isabella con pespuntes en color menta (1.039 euros de añadido opcional). Quedan bien y son muy cómodos. 

Prueba del Peugeot 308 2022 BlueHDi 130 EAT8

Con una batalla más grande (5 cm), el espacio para las piernas de los ocupantes es mayor, si bien la diferencia no se aprecia en exceso. Mido 1,78 m y sólo son cuatro dedos los que separan mis rodillas de rozar con el asiento delantero. Un poco justo para mi gusto. Si medimos la distancia entre mi cabeza y el techo son cinco dedos de diferencia. El asiento del centro cuenta con un túnel de transmisión bajo, por lo que es más confortable viajar en él. 

También hay aspectos no tan buenos en el tamaño. Ha disminuido su longitud (es 105 mm mayor), aunque la anchura es la misma. También han bajado las dimensiones del maletero, que pasa de 420 a 412 litros en la versión diésel que probamos. Además, ese espacio disminuye a 361 si nos ceñimos a la opción híbrida.  

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Prueba del Peugeot 308 2022 BlueHDi 130 EAT8

Una vez puestos a los mandos del nuevo Peugeot 308 2022 BlueHDi 130 EAT8 me doy cuenta de que su transformado i-Cockpit me tapa la parte inferior del cuadro de instrumentos. No es algo nuevo, puesto que hace años también tuve esa sensación y la firma lo solventó en los nuevos 208 y 2008. A lo mejor soy yo el culpable por la altura en la que tengo asiento y volante, aunque eso no me pasa en los utilitarios. 

Las dimensiones contenidas que tiene el volante son agradables, ya que provocan que cambios de velocidad en los giros (de lento a rápido) se lleven a cabo con facilidad. En este sentido, hay compañeros a los que no les gusta nada. 

Cuando aprieto el encendido del coche mis oídos captan el mítico rugir del motor diésel. Perdí la costumbre a tan agradable sensación debido a que las marcas cada vez prescinden más de este tipo de combustible. Entre gasolina, híbridos, híbridos enchufables o eléctricos he perdido el gusto y el tacto. Y cuando llega un diésel vuelvo a disfrutar, sobre todo de su gran autonomía. 

Si nos centramos en su propulsor vemos un cuatro cilindros -algo que agradezco por la saturación de los tricilíndricos-. Es un de 1.5 capaz de entregar 131 CV. Siendo turbo como es, se me queda corto. Creo que debería tener más power. Si los comparamos con un Seat Leon 2.0 TDI de 115 CV con cambio manual acelera de 0 a 100 km/h en 10,2" mientras que el Peugeot tarda cuatro décimas más (10,6").

Para que no te lleves a equívocos, me explico. El coche tiene velocidad y en ningún momento sufre, pero uno que ha probado unos cuantos, echa de menos algo más de fuerza cuando sales a la carretera. Ten en cuenta que tampoco hice el trayecto con pasajeros ni con equipaje, con lo que el coche iba ligero. 

Con el objetivo de que el cliente tenga dónde elegir, la marca gala ofrece tres modos de conducción: Eco, Normal y Sport (el de más empuje). En este último y el Normal he desarrollado la prueba y el resultado ha sido un consumo medio de 5,7 litros a los 100 kilómetros. Seguro que podría haberme aproximado a los 4,5 litros oficiales si hubiera activado el modo Eco.

La transmisión está asociada a una caja automática de ocho relaciones, que aunque no se mueva con solvencia en alguna acción que le exijas, es agradable por su celeridad -menor que uno de doble embrague- y suavidad -mayor que un DSG-.

En cuanto a la suspensión, me gusta porque filtra muy bien las irregularidades de la calzada sin que existan movimientos bruscos en la carrocería. En resumen, este vehículo dispone de una excelente puesta a punto, de un habitáculo sin ruidos y, sobre todo, por su autonomía (hay que recordar el precio del combustible en España), el modelo que probamos puede valernos para trayectos largos.

Su precio inicial es de 23.720 euros con el motor de gasolina PureTech de 110 CV y el acabado Active, aunque la versión de la prueba, el Peugeot 308 2022 BlueHDi 130 EAT8 comienza en 28.220 euros (26.520 con cambio manual).

Nuestro veredicto

8