Volkswagen up! GTI vs Bugatti Chiron: la velocidad es relativa

Enhorabuena, has ganado el último litro de gasolina en la tierra. ¿Lo quemas en una bestia de 1.500 CV o en la nueva miniatura de Volkwagen?

La vibración se nota en los pedales del Volkswagen up! GTI y se siente en el volante. Es una sensación extraña, dada la habitual finura del más pequeño de Volkswagen. Pero la culpa no es suya, y eso que se trata de un modelo preserie (afinado al máximo, eso sí). Los asientos tienen un tacto agradable. Todo funciona con precisión milimétrica. Lo que pasa es que cuando está junto a un 16 cilindros de ocho litros y cuatro turbos, se mueve. A simple vista, un up! GTI puesto junto a la vacía trasera de un Bugatti Chiron es como poner a una golondrina en la trayectoria de un Airbus A380. Y el Bugatti aún no ha empezado a moverse: está al ralentí.

Volkswagen up! GTI vs Bugatti Chiron

El espectro de altas prestaciones del Grupo Volkswagen es amplio, y aquí están los dos extremos. Los hemos traído para responder a uno de los debates más difíciles. Vamos a probar que no hay una relación directa entre las prestaciones puras y la cantidad de diversión que puedes tener. O puede que, dentro del coche más rápido del mundo, todo lo de fuera pueda parecer insuficiente. Veremos, porque los encargados del Chiron me mantienen alejado de su multimillonario proyectil. El precio del seguro supera con creces el que tendrá el GTI cuando llegue al mercado en 2018. La pregunta ahora es si voy a ser muy duro con el pequeño urbano (por cierto aquí tienes la prueba del Volkswagen up! GTI).

La neblina envuelve todo en la pista de pruebas del complejo de Ehra-Lessien en el norte de Alemania. Como si hubieran bajado el cielo gris para acercarlo al suelo. No corre ni la más leve brisa y la única presencia de seres vivos, aparte de los que vigilan los dos modelos de Volkswagen, corresponde a un par de gaviotas que han pasado lentamente sobre el circuito... para perderse tras los árboles. Es como si Volkswagen pudiera controlar incluso esto dentro de su santuario privado de pruebas: he estado en aeropuertos con menos controles de seguridad.

Probablemente no sepas que Ehra es el circuito más rápido del planeta: el óvalo de 20 km en total con rectas de 5 km es el único lugar en el mundo donde se puede rodar con seguridad a 380 km/h. En su día reinaba el McLaren F1 con Andy Wallace al volante, pero ahora es sinónimo de la majestuosidad del Veyron en línea recta. El primer Bugatti de la nueva era alcanzó, con sus 1.000 CV, 407 km/h. El Super Sport, con 1.200, 432 por hora. Y algún día un Chiron, sin el limitador que lo detiene a 420, intentará superar los 440 o incluso 450 km/h.

Volkswagen up! GTI vs Bugatti Chiron

Pero hoy, el Chiron gris oscuro tiene un rival mucho menos amenazador que la física, la termodinámica o el clima que invade su campo de pruebas. Hoy, amigos, se va a enfrentar a un ejemplar completamente acabado del coche rápido más lento del Grupo VW. Por fin, amigos del Volkswagen Golf y Lupo GTI, vuestro deportivo ligero está listo. El up GTI! ha llegado para pasarlo bien... y parece que va a dar en el clavo.

Así es el Volkswagen up! GTI

Las modificaciones en la carrocería son sutiles. Un pequeño alerón detrás, un ligero splitter delantero y taloneras. El paragolpes frontal es bastante chulo y, detrás, no se han molestado en añadir un difusor de pega. Con una salida cromada ha sido suficiente. Ojo, que es una especie de guiño al Golf GTI Mk1 (junto a los espejos negros): está a la izquierda, como en su abuelo. Este ha sido la verdadera inspiración del proyecto.

En la calandra, la línea roja bajo el capó, la rejilla tipo nido de abeja y las pinzas en rojo que muerden unos frenos más que modestos (detrás lleva ¡tambores!) son típicos del este modelo compacto que lo empezó todo. Y dentro, más de lo mismo: aunque ese añadido rojo-negro del salpicadero hace un poco de daño a la vista, el volante tiene una forma casi perfecta. Y luego están esos asientos de una pieza al estilo de los 924 que son los mismos del up! normal (aparte de la tela ‘Clark’).

Volkswagen up! GTI (interior)


Aunque la columna de dirección no cuenta con regulación en profundidad, por primera vez aparece una caja de cambios de seis marchas. También hay costuras en rojo, pero no esperes ni relojes deportivos, pedales de aluminio o cosas por el estilo: el presupuesto se lo gastaron en las superficies que puedes ver y tocar... y en cosas que no se ven, pero que son importantes. Y es que, incluso en compañía del hiperexótico, hiperexclusivo e hiperdeportivo hipermodelo que cuenta con salidas de limpiacristales en titanio y un volante mecanizado en aluminio, el up! GTI es un lugar agradable en el que estar. Además, vendrá bien equipado: asientos calefactables, freno de emergencia en ciudad... También habrá carrocerías de tres y cinco puertas. Y todos manuales. ¿Hermano pobre del Golf GTI? ¡Ja!

Todos nos maravillamos de cómo el Chiron, con sus 1.500 CV y su motor W16 tiene que cumplir con los estándares del Grupo VW en cuanto a resistencia y calidad, pero quizá llama más la atención que el GTI, que costará como 170 veces menos, haya tenido que pasar los mismos test de frío/calor, estanqueidad y demás. Porque es verdad que emana robustez, se le nota bien hecho y, a la vez, no lo sientes artificial. Tres cosas que esperas del Bugatti, que tiene ocho veces más cilindrada, 13 veces mas potencia y le supera en velocidad máxima en unos 250 km/h. Ah, y que pesa el doble. Podría marearte con comparaciones todo el día, pero lo cierto es que hay que reconocer que los dos extremos de la deportividad del consorcio están pensados para la diversión, para que te transmitan cosas, más que para ser un mero movedor de gente o un objeto con el que ganar dinero sin más. Así que basta de cháchara y vamos al lío.

El VW se arranca con llave, nada de botones, lo que nos lleva al territorio de la vieja escuela. El 1.0 cobra vida con suavidad. No hay mucho sonido de motor ni de escape. El embrague es tan ligero como siempre. Me muevo por el laberinto de rotondas y viales que es Ehra Lessen siguiendo a la escolta de personal de seguridad y cuidadores hacia el circuito de handling. Todo se siente “muy up!”. Todo demasiado normal, demasiado esterilizado. El mejor urbano actual es demasiado calmado en sus modales. Estoy un poco decaído. Quizá esperaba demasiado; quizá me veía sacándole las tuercas en el circuito privado de Volkswagen como si no hubiera un mañana.

Me veo haciendo la goma con el personal de seguridad, bajando a segunda y pisando a fondo. “Vamos, GTI, dame algo”. A 1.500 vueltas ocurre. Cuando se activa el miniturbo, la admisión se pone a funcionar y suena como en un Golf R. Mientras empieza a aparecer la fuerza (y ves que incluso el control de tracción hace parpadear el chivato), un sonido duro y serio se dirige al habitáculo a través de unos conductos que acaban justo bajo el pilar A, utilizando la propia estructura del vehículo como caja de resonancia. Es una solución bastante inteligente, ya que apenas añade peso y mantiene una banda sonora más auténtica que si te pasa el sonido por los altavoces (como hacen algunos).

Volkswagen up! GTI (curva)

El vigilante mira por el retrovisor y me ve haciendo el loco y dando bandazos con el coche, pero no me dice nada. Tampoco eso de “Das ist verboten” por el walkie, así que quiero pensar que entiende la importancia de ese momento. De hecho, me siento transportado a aquella tarde en la que acababa de aprobar el carné de conducir y me disponía a hacer mi primer trayecto en solitario. Ventanillas bajadas, radio a todo volumen, válvulas de Ford Fiesta con más de 138.000 millas (222.000 km) traqueteando bajo el oxidado capó... ¿Recuerdas tu versión de ese día? Este GTI ha sabido capturar la magia del momento. Es rápido, sí, pero Volkswagen ha algodonado la entrega del punch para que la calidad sea más importante que la cantidad. Parece una idea extraña, sobre todo teniendo al lado esa barbaridad de estilo art-decó al lado, pero es importantísimo para hacer emocionante cualquier coche moderno.

Ese crescendo de sonido te hace buscar las revoluciones cuando no las necesitas y una palanca de mejor tacto que en el resto de los up! hace que ocurra lo mismo con las reducciones... Continuamente te susurra al oído “Involúcrate, disfruta, vive un poco. Vamos a buscar pelea”. Por supuesto que no te metes en problemas, porque no puedes desactivar el ESP. ¿Es eso un fallo? Claramente no. La tracción en sí mismo está bien gestionada, incluso en el terreno resbaladizo de esta zona.

Además, se supone que es un GTI para compradores con menos experiencia y tablas. Y aunque existiera un botón que te dejara a pelo con este pequeño de 115 CV, seguramente no lo presionarías al instante. Seguramente, más up GTI! llegarán a la madurez gracias a esa sensata decisión... Y, además, no es tan entrometido como la peor de las institutrices que aparecen en las películas; sigue levantando la pata y hasta hace buenos cambios de dirección con el freno de mano. Sí: Mary Poppins también molaba cuando la conocías.

Llevo unas pocas vueltas en la zona de handling dedicada al set Up del chasis cuando aparece la visión espectral del Bugatti por el retrovisor, devorando el aire húmedo a través de sus tomas de aire. Es inútil intentar dejar atrás a un coche que es capaz de comprimir el tiempo como una compactadora reduciría a chatarra a un compacto diésel. Pero el GTI pide una oportunidad. Esta zona de handling se encuentra en la zona más occidental, junto a la pista de alta velocidad, y protegida del imponente peralte por un batallón de árboles. El Chiron no está cómodo, mientras que el GTI está en su salsa.

Aparte del motor y su buen sonido, solo tienes que apoyarte en el chasis para empezar a recibir la recompensa que te ofrece su puesta a punto. La dirección es más directa que en los up! normales, con algo más de peso y precisión. Tiende a abrirse si entras con demasiado ímpetu en las curvas; los frenos funcionan bien y es superestabe en las frenadas. Dale un pisotón a 140 y parece clavar sus uñas en el asfalto. Se detiene perfectamente recto sin dar vaivenes. Ya parado, puedo escuchar al Chiron devorando el espacio-tiempo detrás de mí.
Así que sigo dándolo todo. El GTI es más firme y 15 mm más bajo que los normales. Puedes atacar los pianos y hasta sentir como la rueda trasera interior vuelve al asfalto tras negociar una horquilla, pero siempre con todo bajo control. 

No existe coche en planeta que al verlo por el retrovisor sea más intimidante que esa bestia de ocho ojos que es el Bugatti. Destila agresividad, es pura intimidación sobre neumáticos que parecen sacados de un F1 de los 70. Zarandea al pequeño Up mientras le pasa a toda velocidad, dejando una estela de aire caliente y aniquilando de un plumazo al único up! GTI que existe en el mundo en estos momentos.

Volkswagen up! GTI vs Bugatti Chiron (4)

Sin duda me encantaría estar dentro del Chiron, pisando más y más, deseando que la carretera me fuera propicia incluso durante un nanosegundo. El Bugatti te embriaga desde el principio, siempre buscando ese tentador momento en el que hundes el pie derecho. 
Pero en el Up disfruto de otro modo. Mola, porque vas a fuego a todos los sitios y aun así haces unos consumos más que aceptables: después de rodar en el circuito y de un par de horas de arranque-parada para las fotos, marcó 8,7 litros, aunque estoy casi convencido de que podría haber logrado menos de 6,0 litros. Llena el Chiron con 100 litros de 98 octanos, dale caña... y necesitarás otro pit stop en unos siete minutos: si te empleas, en el Bugatti puedes lograr un consumo medio de 58 litros cada 100 km. Lo que a 400 km/h llega enseguida. 

En un mundo ideal tendría los dos coches en mi garaje porque ambos dan una satisfacción adictiva, pura, que el otro no puede. Volkswagen ha conseguido llegar a lo más alto de la deportividad, un lugar donde Renault Sport mandaba con mano de hierro hasta hace poco. Por ahora, y con su permiso, el Golf GTI y el R son los mejores hot hatches del momento, mientras que el Clubsport S es el modelo hardcore que-hay-que-tener.


Y ahora hay un modelo para todos los que vemos que estos GTI se nos escapan en cuanto a precio. Este up! te transporta emocionalmente a cualquier tiempo en que te hayas sentido extremadamente vivo y feliz al volante. Es una sensación curiosa, teniendo en cuenta que lo proporciona una tonelada de acero, plástico y cables. Sabiendo lo que es capaz de ingeniar este monstruoso consorcio cuando tiene vía libre, los cierto es que no debería haber sido una sorpresa. Pero gracias al cielo, una banda de ingenieros han derramado entusiasmo sobre un modelo de lo más popular. Por fin un nuevo héroe ha llegado a la calle, un terreno donde la velocidad no lo es todo.

Volkswagen up! GTI vs Bugatti Chiron (cifras)

 

Up GTI vs Golf GTI MkI

Sabes que el up! GTI ha sido puesto a tono por tipos que tienen experiencia en eso de los con coches pequeños y ligeros porque cuando te abren las puertas de su ‘madriguera’ ves que tienen un Golf GTI mk1 con solo 109.000 km y tan bien conservado que podría haberme comido la salchicha con chucrut en el motor. De verdad. Y no les puedes culpar de tenerlo así.

Volkswagen up! GTI vs Golf GTI

Este es la génesis real del up! GTI, que tiene apenas unos pocos CV más que el original y es solo 0,2 segundos más rápido en el cero a 100 km/h. En cuanto a la relación peso-potencia, el clásico gana, porque consigue 133 CV por tonelada frente a los 113 CV del up! Volkswagen podía haberlo mejorado en nombre del progreso y de la obsesión actual que hay por los números, pero al final decidieron mantener todo en el up! GTI equilibrado para conseguir una experiencia completa y divertida más allá de brillar con una sola métrica.

Volkswagen up! GTI vs Bugatti Chiron

Pero de todos modos, los dos son pesos pluma. El Golf pesa 810 kilos, mientras que el up!, con 997, hace valer su turbocompresor y sus 230 Nm para ser aún más ágil. 41 años de crash tests, más la afición actual por el confort de marcha, no pasan en balde... Dentro, el Golf es el paradigma de la ergonomía perfecta, y es que todos los mandos tienen una disposición perfecta. No te voy a decir que parece un coche moderno, porque no es así: la dura dirección no ofrece demasiado feeling, los pedales tienen tactos distintos y la suspensión, diseñada para mantener las ruedas en el asfalto más que para primera el grip hacen que cualquier cosa pueda ocurrir... eso sí, a misteriosa cámara lenta. El 1.6 revoluciona dulcemente y, a pesar de que añado bastante peso al montarme en él, ofrece una respuesta de lo más agradable. Y te pide que seas valiente con las inercias. No frenes: simplemente sujétate un poquito más fuerte. El abuelo de todos los compactos deportivos tiene un digno sucesor.

Volkswagen Up GTI


Precio: unos 18.000 euros (estimado)
Motor: 999 cc, 3L turbo, 
115 CV
Transmisión: 6 vel. manual, delantera 
Prestaciones: 0–100 km/h:
8,8 s, 197 km/h 
Peso: 997 kg
A la venta: principios 
de 2018

Texto: Ollie Kew.

Etiquetas: GTI