Por lo general, Skoda es una marca relacionada con modelos eficientes y económicos. Se trata de coches que destacan por su relación calidad-precio en la mayoría de las ocasiones, pero también hay creaciones deportivas que merecen una mención. Por ello, aquí van los 5 coches más deportivos de Skoda.

Y es que, algunos de estos modelos sí son conocidos, ya que incluso siguen entre nosotros actualmente. Sin embargo, hay otros que fueron grandes en su momento y ahora no son tan recordados, aunque ofrecieran grandes cualidades. Sea como fuere, en el pasado y en el presente de la marca checa encontramos buenos deportivos.

Skoda 1100 OHC Coupe

Este es uno de los coches más exclusivos de la marca, así como uno de los más interesantes. Se fabricaron solo dos unidades -entre 1959 y 1960- que fueron accidentadas años después, pero una de ellas pudo ser restaurada recientemente y ahora es una muestra de la historia en la competición de la marca.

Este modelo se creó para participar en varias pruebas, pero dos años después de su fabricación cambió el reglamento y tuvo que ser retirado. Cada uno de esos coches pesaba apenas 555 kg y estaba movido por un motor 440 Spartak de cuatro cilindros con 93 CV, lo que les permitía alcanzar 200 km/h. Cifras más que llamativas en aquel momento.

Skoda 180 RS y 200 RS

Estos prototipos de rally fueron los coches que estrenaron la denominación ‘RS’ -Rally Sport- en la historia del fabricante checo. Se fabricaron en los años 70, se basaban en el 110 R Coupé y eran prácticamente iguales, estando su mayor diferencia en su motor.

El 180 RS utilizaba un bloque de 1,8 litros con 154 CV, mientras que el 200 RS montaba uno de 2 litros con 163 CV. Esta era la variante más prestacional y, gracias a este motor y a una caja de cambios de origen Porsche, era capaz de alcanzar unos sorprendentes 240 km/h. Nada mal para competir contra rivales de otras grandes marcas.

Skoda Octavia RS

La generación de 1997 del Skoda Octavia tuvo una gran acogida en sus versiones convencionales, pero en el año 2000 sumó a su gama una variante deportiva. Nacía así el Octavia RS, una configuración de esta berlina con un aspecto claramente más deportivo y un motor 1.8 turbo de 180 CV bajo el capó.

Aquella versión tenía puntos muy positivos y no hizo más que evolucionar con las siguientes generaciones de este modelo. Así, ahora incorpora muchos más elementos y ha incrementado sus cualidades, así como sus prestaciones, gracias a sus 245 CV de potencia.

Skoda 110 Super Sport 

En el Salón de Bruselas de 1972, Skoda dio a conocer un coupé de líneas angulosas. Era el 110 Super Sport, un coche con 900 kg de peso que estaba movido por un motor de 1,1 litros con 70 CV. No era mucho, pero más adelante recibió un propulsor de 100 CV del Skoda 110 L de rallies que mejoraba sus prestaciones.

Llegó a alcanzar los 211 km/h de velocidad máxima, pero no pudo ser lanzado al mercado, ya que se paralizó su desarrollo. En su lugar, acabó siendo el protagonista de la película The Vampire of Ferat, lo que lo convirtió en uno de los modelos más peculiares de la marca, conocido como el ‘coche vampiro’.

Skoda Fabia RS

Al igual que el Octavia en su momento, el Skoda Fabia también recibió su versión deportiva en los años 2000. Fue en el 2003 cuando contó con esta configuración por primera vez y, como sucedía con la berlina, se caracterizaba por una estética más llamativa y por un motor 1.9 TDI de 130 CV.

Actualmente, aún estamos esperando una nueva generación de esta variante, pero su llegada está muy cerca. Podría contar esta vez con más de 200 CV y con un cambio DSG, al igual que el Polo GTI, pero todavía deberemos ser pacientes.