5 síntomas que si notas en tu coche, es porque los amortiguadores han dicho basta

Suspensión roscada.

Las suspensiones son el segundo elemento más importante del coche después de las ruedas. ¡Estos síntomas indican que es hora de cambiarlas!

Dentro de la mecánica del coche, las suspensiones representan uno de los componentes mecánicos más importantes y menos cuidados. De ellos depende el funcionamiento de las ruedas sobre multitud de superficies y también del propio vehículo.

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Se trata de un elemento crucial en las curvas y la seguridad activa del coche, por lo que hay que prestar especial atención a amortiguadores y muelles. ¿Cómo? Pues mediante estos síntomas que demuestran que hay que cambiar las suspensiones.

1. El rebote del coche es excesivo

Los amortiguadores del coche pueden estar dañados cuando el rebote del coche es demasiado alto. ¿Cómo puede descubrirse esto? Pues empujando las aletas delanteras o desde la parte trasera del coche fuertemente y viendo cuánto tarda en estabilizarse la suspensión. Si en parado, sube y baja varias veces... ¡Hora de echar un ojo en taller! En carretera puede ser muy peligroso.

2. En curvas, el apoyo es extraño

Otra de las formas de sentir si los amortiguadores o los muelles están en mal estado, es mediante la conducción. Si el coche 'barquea' mucho en curvas (se inclina más de lo normal) y necesita correcciones de gas o volante continuas, es un claro síntoma de que los apoyos de las ruedas no están en su mejor momento.

3. Ruidos y más ruidos

La conducción por ciudad puede darnos valiosa información a este respecto, sobre todo al pasar por badenes o zonas empedradas. La abundancia de sonidos como traqueteos en una o varias ruedas, sumado a lo anterior, denota que algo no está bien. Desde las copelas (parte superior unida al chasis de la suspensión) hasta el resto del cuerpo o incluso barras estabilizadoras o los brazos de suspensión.

4. Desniveles en las diferentes ruedas o una altura muy baja

Comparar esto entre diferentes ruedas es muy fácil, mediante un metro o una regla que mida la distancia del neumático a la aleta. Si existen cifras preocupantemente diferentes o a simple vista, un lado está extremadamente bajo, seguramente los amortiguadores no estén funcionando y los muelles no tienen poder suficiente para levantar de nuevo el conjunto.

5. Inspección ocular de pérdidas de aceite

Desmontar las ruedas del coche no es una tarea complicada y con una llave dinamométrica, lo importante es apretarlas después a entre 120 y 140 Nm, según estipule el fabricante. Quitando el neumático podemos observar el estado de las suspensiones y ver si existen manchas de líquido. De ser así, están perdiendo aceite y puede ser uno de los motivos por los que el amortiguador está fallando.

Etiquetas: Mecánica, seguridad