Si buscas o has buscado coche nuevo recientemente, habrás llegado a ese punto en el que no sabes qué escoger. ¿Un coche de gasolina? ¿Diésel? ¿Mejor híbrido? ¿O de gas? ¿Por qué no eléctrico?

Supongo que es una situación parecida a la que viven los escritores cuando se enfrentan a la primera página de su nuevo libro o la que sienten los pintores cuando miran con atención un lienzo en blanco. 

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Hasta hace un par de años la ecuación era bien sencilla: ¿haces muchos kilómetros? Entonces diésel. ¿Haces pocos? Gasolina. Y tampoco se cumplía del todo, porque estábamos en un punto en que los motores de gasóleo eran mucho más interesantes que la enclenque gama de bloques de gasolina, muchas veces atmosféricos poco potentes y tragones.

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El escándalo de las emisiones y el cambio de normativa ha llevado a dar muchos pasos hacia la 'limpieza' de los coches. En muchas ciudades se requiere un distintivo del estilo de la célebre pegatina de la DGT, y ahora no son pocos lo que prefieren un coche híbrido que les garantice la movilidad en episodios de restricciones como las que hay en Madrid (aquí tienes más información de la APR de Madrid).

A continuación vamos a intentar arrojar un poco más de luz e intentar responderte a la fatídica pregunta: ¿qué es más barato: híbrido, gasolina, diésel, gas o eléctrico? Veamos.

Cuánto cuesta un coche de gasolina e híbrido

Hace unas semanas nos hicimos esta pregunta: ¿Qué compensa más, un Peugeot 3008 de gasolina o diésel? Calculamos el precio por kilómetro teniendo en cuenta todos los costes a lo largo de la vida del coche. Para ello tiramos de valores medios para el parque móvil español.

Y es que, según el Instituto Nacional de Estadística, cada español hace 12.784,4 kilómetros al año (los últimos datos disponibles son de 2017) y aunque aguantamos el coche unos 10 años, la edad media del parque móvil está en 12,2.

En esta comparativa llegamos a la conclusión de que, en ese caso, no compensaba gastar más dinero en el modelo de gasóleo debido al consumo final y al sobreprecio.

Sin embargo, esto no es tan fácil, porque depende del precio de cada modelo en cuestión y de si existen variantes equivalentes de verdad entre los mismos modelos de una marca.

Por ejemplo, hace un par de años, la asociación Automovilistas Europeos Asociados (AEA), utilizó al Seat León como objeto de estudio y llegó a la conclusión de que el modelo de gasolina, del que se supone que haría unos 15.000 km al año (1.4 TSI de 125 CV) 'salía' a 0,44 centimos el kilómetro, por 0,29 del 1.6 TDI 110 con 30.000 km al año.

En nuestro estudio particular también coincidimos, puesto que el Peugeot 3008 fruto del análisis arrojó un coste de 0,446 euros por kilómetro.

En cuanto a los coches híbridos, la inmensa mayoría utilizan mecánicas de gasolina, porque el margen de mejora con respecto a una variante diésel es prácticamente nulo. Gracias a los propulsores eléctricos, un modelo híbrido puede rebajar unas décimas el consumo en ciudad, pero pierde eficiencia en autopista, donde las opciones mecánicas generalizadas (motores relativamente grandes y atmosféricos) les hacen perder esa ventaja competitiva. 

En todo caso, la pegatina Eco y el menor gasto urbano lo hacen más que interesante para los que tengan que entrar en ciudad a diario. Ahí, con respecto a un modelo de gasolina, el coste por kilómetro es menor: puede estar en los 0,4 euros, y eso sin contar las ventajas y bonificaciones fiscales de las que se beneficia.

Cuánto cuesta un coche diésel

La principal ventaja de los coches diésel es que pagan el combustible bastante más barato... algo que parece que se va a acabar cuando se haga efectiva la subida de los impuestos al gasóleo.

En todo caso, un modelo diésel consume bastante menos, por lo que es ideal para quien necesite hacer muchos kilómetros (a partir de 16.000 al año sueñen ser rentables), ya que a la larga compensará el sobreprecio que tienen este tipo de vehículos.

De media, un modelo compacto tiene un consumo real de unos cinco litros cada 100 km, por lo que hacer 15.000 kilómetros sale por unos 6.800 euros; es decir, unos 0,05 centimos por km sin tener en cuenta otros factores como es el precio del seguro (que tiende a ser más caro), las reparaciones, el desgaste de neumáticos (al pesar más el motor, gasta más neumátrico delantero, por ejemplo), y un largo etcétera.

En nuestro estudio, con el citado 3008 BlueHDI 130, obtuvimos un coste de 0,497 euros por kilómetro para el modelo de gasóil.

Precio medio de la gasolina en España en 2018
Gasóleo A	1,166 euros/litro
(*datos CNMC)

Cuánto cuesta un eléctrico

Los coches de moda, sin duda. Que levante la mano quien no haya pensado, aunque solo sea por un ratito, en hacerse con uno de estos. En principio todo son ventajas: compras el coche y no tienes que repostarlo con un combustible que cada vez es más caro, sino que "solo" basta con enchufarlo... algo complicado si no tienes ni garaje ni vives en un chalet.

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Por eso, para hacerse con un eléctrico hay que echar cuentas. Primero, la infraestructura de recarga: un Wallbox cuesta unos 1.200 euros para 16 amperios, aunque muchas marcas subvencionan gran parte de su precio o directamente lo regalan si están en promoción. Luego está el punto de recarga. Aquí depende de la tarifa eléctrica que tenga cada usuario o de si se hace en un poste público... o gratuitamente en algún centro comercial cercano.

También hay que tener en cuenta las subvenciones y ventajas. Hoy por hoy son estas:

• Bonificación del IVTM de hasta el 75%
• Exención del Impuesto de Matriculación
• Aparcamiento gratuito en zonas de aparcamiento regulado
• Plan VEA, aunque se aplica en coches de hasta 32.000 euros.

En todo caso, y según un estudio que hicieron nuestros compañeros de AUTOBILD.es, el coste por kilómetro de un coche eléctrico es hasta siete veces menos que uno de gasolina. 

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Según otros estudios, esa diferencia puede ser algo menor, aunque por norma general se puede decir que hacer 100 km en un coche eléctrico cuesta un euro de media. Por ejemplo, un estudio de la OCU junto con la Organización de Consumidores Europeos (BEUC) dictaminó que un eléctrico sale rentable si se recorren los kilómetros necesarios.

Es más: si en un coche de gasolina puedes llegar a gastar 16.000 euros de combustible, en uno eléctrico no llegarías a los 2.000 euros... teniendo en cuenta que el precio de la electricidad siga como hasta ahora.

Por lo tanto, se podría decir que, en líneas generales, un coche eléctrico es más rentable que los vehículos que utilizan energías convencionales debido al bajo coste de su "combustible" y a las ayudas que por el momento existen (no dudes de que terminarán más tarde o temprano).

Cuánto cuesta un coche de gas

La ventaja que tienen los coches de gasolina y gas es que son híbridos, por lo que pueden llevar la etiqueta Eco que garantiza la movilidad en ciudades con protocolo anticontaminación y además se benefician del plan VEA.

Su principal ventaja es que la instalación es relativamente sencilla y se puede acoplar a casi cualquier coche si no viene de origen siempre que el motor sea de gasolina. De hecho, marcas como Dacia ofrecen esta opción en todos sus modelos y el Grupo Volkswagen también ha apostado fuerte por esta tecnología...

Lo curioso es que, como el VHS y el Betamax, el mundo está dividido entre el GNC (Gas Natural Comprimido) de estos últimos y el GLP (Gas Licuado de Petróleo) de otros como Fiat, Subaru, SsangYong y los mencionados de Dacia. Las ventajas de uno y otro son parecidas, aunque mientras hay unas 50 estaciones de servicio donde repostar GNC, de GLP existen 600.

De todos modos, la principal ventaja es que el gas tiene un precio de adquisición muy bajo, por lo que les hace rentables aunque el consumo sea en torno a un 30% mayor que el modelo equivalente de gasolina.

En resumen, se podría decir que un coche de GNC podría salir por unos 0,30 euros por kilómetro, mientras que el GLP se queda cerca, con un coste por kilómetro de unos 0,32 euros.

¿Entonces, qué es lo que más compensa?

La gran pregunta es esta. Todo depende del uso que cada uno le vaya a dar a su coche. Como norma general se podría decir que el eléctrico es más barato, pero siempre que se realicen un determinado número de kilómetros al año, que además se tenga la infraestructura necesaria y que no sea necesario hacer demasiados kilómetros (algo para lo que todavía no están preparados. Por eso, se podría decir que el eléctrico sería un gran segundo coche.

En cuanto al resto, la opción más coherente parece ser la de optar por un coche de gas natural comprimido (GNC) y casi a la par GLP, por coste de utilización, aunque siempre se depende del aumento del precio de estos combustibles, que en todo caso funcionan con gasolina.

Por último, la única y verdadera razón de ser de los modelos diésel es la de hacer kilómetros. Por eso, como norma general, empiezan a interesar a partir de 20.000 kilómetros al año, en función de su precio.