10 años del Bugatti Veyron 16.4 Grand Sport Vitesse
El aniversario del roadster más rápido de la historia
Bugatti es una marca de récords de velocidad. Sus superdeportivos se encuentran a otro nivel, incluso en las versiones roadster. Ayer se cumplieron 10 años del nacimiento del Bugatti Veyron 16.4 Grand Sport Vitesse, que aún conserva el título del descapotable más rápido del mundo.
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Su motor W16 tetraturbo de 8,0 litros le otorgó una potencia de 1.200 CV y 1.500 Nm de par máximo, lo que dio la capacidad a este Bugatti de firmar un 0 a 100 km/h en 2,6 segundos y llegar a los 375 km/h de velocidad máxima limitada electrónicamente.
A efectos reales, el deportivo fue capaz de alcanzar los 408,84 km/h, estableciendo el récord mundial entre los roadster. Para ello se rediseñó parte de la integridad estructural del Veyron 16.4 Grand Sport, con un techo targa desmontable fabricado en policarbonato.
Se trató de una parte esencial en la estructura monocasco del coupé, y con el roadster hubo que añadir refuerzos de chasis con una rigidez torsional de hasta 22.000 Nm por grado a lo largo de diversas trayectorias calculadas por Bugatti en pro de la seguridad.
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Esos refuerzos se aplicaron en los faldones lateras, el túnel de transmisión y los pilares B del coche. "Sin el techo, el Veyron 16.4 Grand Sport Vitesse demuestra cuán incomparable es la experiencia en ingeniería de Bugatti", dijo Christophe Piochon, presidente de Bugatti Automobiles.
"Aunque la distribución de pesos es completamente diferente cuando el techo está quitado, el vehículo se mantiene estable y acelera de una forma tan impresionante como lo hace cuando lleva el techo", afirmó el directivo.
Parte del diseño exterior se renovó tomando las soluciones aerodinámicas del Bugatti Veyron 16.4 Super Sport. Una apertura frontal inferior mucho más amplia, un nuevo splitter frontal, doble difusor trasero, doble entrada de aire sobre la cubierta del motor, escape central de doble salida...
Además, toda la carrocería del roadster está construida enteramente en fibra de carbono, por lo que Bugatti ofreció el bólido a sus clientes con una pintura transparente que dejase al descubierto el lujoso material de alto rendimiento.
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Finalmente, Bugatti decidió honrar a semejante obra con la serie Les Légendes de Bugatti, un compendio de ediciones limitadas a solo tres unidades dedicadas a cada una de las grandes figuras de la marca, como Jean-Pierre Wimille (vencedor de las 24 Horas de Le Mans), Jean Bugatti (hijo del fundador de la marca e importante diseñador) o su padre, Ettore Bugatti.
